

El Consejo informal de ministros de Interior de la Unión Europea, reunido en Copenhague, avanzó en una polémica reforma del sistema de asilo que prioriza el retorno forzoso de quienes vean rechazada su solicitud.
La Comisión Europea considera que esta medida es clave para recuperar el control migratorio y garantizar la seguridad de las fronteras comunitarias.
El comisario europeo del Interior, Magnus Brunner, insistió en que el tiempo apremia y es necesario un mandato negociador urgente para poner en marcha la nueva política.
Brunner destacó que la Comisión destinará más de 39.000 millones de euros a reforzar la gestión migratoria y las fronteras, triplicando el presupuesto anterior.
A su vez, Dinamarca, que ostenta la presidencia de turno del Consejo, calificó de "disfuncional" el sistema actual y propuso acuerdos con terceros países para instalar centros de retorno. Además de reforzar las fronteras orientales de la UE ante lo que consideran una instrumentalización migratoria por parte de Rusia y Bielorrusia.
¿Qué implica realmente la nueva reforma de asilo en la UE?
La propuesta busca acelerar los procedimientos de expulsión para todos los migrantes a quienes se deniegue el asilo, evitando que permanezcan en territorio europeo.

Se prevé actualizar la lista de "países seguros" y redefinir el concepto de "tercer país seguro", lo que facilitaría deportaciones más rápidas. Además, se impulsará un reglamento de retorno común para unificar los criterios entre los Estados miembros y cerrar así los vacíos legales que dificultan la repatriación.
Esta reforma, enmarcada dentro del pacto migratorio europeo, pretende dar una respuesta más contundente al aumento de solicitudes de asilo que, según datos oficiales, en su mayoría terminan denegadas.
Sin embargo, solo una parte de quienes reciben una negativa son efectivamente devueltos a sus países, lo que genera una acumulación de migrantes en situación irregular que los gobiernos europeos buscan reducir.
¿Cómo afectará esta medida a España y a los migrantes sin papeles?
España, uno de los principales puntos de entrada de migrantes hacia Europa, podría endurecer los controles y acelerar los procesos de retorno. Según fuentes del Ministerio del Interior, la participación en este nuevo marco europeo sería clave para aliviar la presión sobre los centros de acogida y reducir los costes asociados a la gestión de personas sin regularización.
Además, se prevé una mayor coordinación con Frontex y posibles acuerdos con países africanos y latinoamericanos para agilizar las repatriaciones.

Para los inmigrantessin papeles en España, esta reforma supone un escenario más restrictivo. Con la implementación de centros de retorno en terceros países y mayores recursos para deportaciones, las posibilidades de permanecer en territorio español se verán significativamente reducidas.
Organizaciones humanitarias ya han advertido que estas políticas pueden vulnerar derechos fundamentales y aumentar la inseguridad para las personas migrantes.












