

Con la apertura del nuevo curso político, el Partido Popular vuelve a situar al Senado como su principal plataforma de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez.
La mayoría absoluta de la que dispone en la Cámara Alta permite a la formación de Alberto Núñez Feijóo controlar comisiones clave y liderar las sesiones de control, consolidando al Senado como un escenario estratégico en la confrontación parlamentaria.
Durante la última semana de agosto, el PP ya utilizó esa mayoría para forzar la comparecencia de cuatro ministros con el fin de dar explicaciones sobre los incendios forestales. Una iniciativa que mostró la capacidad de la oposición para actuar sin depender de la Diputación Permanente del Congreso, lo que acentúa el peso político de la Cámara Alta.
El próximo lunes, Feijóo reunirá en Aranjuez al comité de dirección del partido en una jornada de trabajo que servirá para trazar las líneas de acción del tercer año de legislatura. Allí volverá a recordar a los suyos que el Senado seguirá siendo pieza central de la estrategia opositora.
¿Qué papel jugarán las comisiones de investigación en la ofensiva del PP?
Las sesiones de control de los martes por la tarde y, sobre todo, las cuatro comisiones de investigación activas son el terreno en el que el PP pretende acentuar su desgaste al Gobierno.

Los populares, con Alicia García al frente del grupo en la Cámara Alta, centrarán buena parte de su ofensiva en las pesquisas sobre el caso Koldo, el CIS, la dana y el apagón eléctrico.
El calendario ya marca momentos de tensión política. El próximo 8 de septiembre está prevista la comparecencia de Leire Díez, exmilitante socialista, en el marco de la comisión Koldo.
Desde el PP aseguran que este tipo de citaciones son una muestra de cómo utilizarán la Cámara Alta para exponer las debilidades del Ejecutivo, manteniendo el foco mediático en asuntos que consideran sensibles para el PSOE.
La renovación del liderazgo en la portavocía del Senado, con la continuidad de García, busca garantizar estabilidad en una estrategia que ya le dio réditos al PP durante la legislatura pasada.
El cambio en otros cargos del equipo de Feijóo, sin embargo, marca un ajuste con el objetivo de afinar el rumbo parlamentario en un curso decisivo.
¿Cómo influirá la renovación del Tribunal Constitucional en el pulso político?
Más allá del control parlamentario, el Senado cobrará protagonismo en los próximos meses por la renovación parcial del Tribunal Constitucional.
Cuatro magistrados, incluido el presidente Cándido Conde-Pumpido, culminan su mandato de nueve años a finales de este año, y la Cámara Alta deberá pactar su relevo.

La negociación entre PSOE y PP será inevitable, aunque no exenta de tensiones. La experiencia de anteriores bloqueos deja la puerta abierta a una demora que prolongaría el pulso político en torno a la composición del alto tribunal.
Con mayoría absoluta, los populares cuentan con un margen de maniobra que les otorga influencia adicional en este proceso.
Este escenario asegura que el Senado se mantendrá en el centro del debate político durante el curso. La combinación de las comisiones de investigación, las sesiones de control y la negociación del Constitucional confirman que la Cámara Alta será el ariete con el que Feijóo intente desgastar a Sánchez y marcar la agenda política en la recta final de la legislatura.












