

El Día Internacional de los Trabajadores vuelve a reunir este 1 de mayo a miles de personas en las calles de España, con Madrid como epicentro de una jornada de protesta y reflexión.
Bajo el lema "Proteger lo conquistado, ganar futuro", sindicatos y organizaciones sociales advierten sobre la amenaza de retrocesos en los derechos laborales, en un contexto de creciente incertidumbre política.
Desde la calle Alcalá hasta la Plaza de España, los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO encabezan una de las más de 50 manifestaciones previstas en el país.
Con la participación de figuras sindicales como Pepe Álvarez y Unai Sordo, el acto busca visibilizar las demandas actuales de los trabajadores, pero también reivindicar la historia de una fecha profundamente ligada a la lucha obrera global.

La manifestación está abierta a toda la ciudadanía: trabajadores y trabajadoras de todos los sectores, estudiantes, organizaciones sociales y cualquier persona comprometida con la defensa de los derechos laborales están llamados a participar.
¿Por qué se conmemora el 1 de mayo en todo el mundo?
El origen del Día del Trabajador se remonta a la huelga de Chicago de 1886, cuando miles de obreros exigieron la jornada laboral de ocho horas. En un clima de fuerte represión, las protestas culminaron con la masacre de Haymarket.
Un episodio que marcó un antes y un después en el movimiento obrero internacional. La ejecución de cinco sindicalistas, conocidos como los "Mártires de Chicago", dio impulso a una lucha que trascendió fronteras.
A raíz de esos hechos, la Segunda Internacional Socialista estableció en 1889 el 1 de mayo como jornada de homenaje y reivindicación obrera. Aunque en países como Estados Unidos se trasladó la conmemoración a septiembre para evitar el vínculo con el sindicalismo, en gran parte del mundo se mantiene esta fecha como símbolo de resistencia, unidad y reclamo de justicia social.
¿Cómo se ha vivido históricamente el 1 de mayo en España?
España celebró por primera vez el Día del Trabajador en 1889, con manifestaciones que ya entonces dividieron posturas entre socialistas y anarquistas.

Sin embargo, no fue hasta la Segunda República, en 1931, cuando se lo declaró festivo a nivel nacional. Sin embargo, durante la dictadura franquista (1939), la fecha fue despojada de su carácter reivindicativo y rebautizada como la Fiesta de la Exaltación del Trabajo.
Tras la transición democrática en 1978, el 1 de mayo volvió a ocupar su lugar como jornada de protesta y encuentro sindical. Consolidado como un día no laborable y protegido por ley.
Hoy, la participación en las marchas refleja tanto las conquistas históricas del movimiento obrero como los nuevos desafíos del presente, en un contexto de debate por la reducción de la jornada laboral y la defensa de condiciones dignas para todos los trabajadores.












