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El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, uno de los principales motores económicos del país, enfrenta desde hace meses una situación crítica. Cada noche, entre 300 y 400 personas sin hogar (muchas de ellas enfermas, desempleadas o con problemas de salud mental) duermen en sus terminales ante la falta de alternativas habitacionales.

Esta crisis, que lleva más de tres meses sin resolución, ha derivado en un cruce de acusaciones entre Aena y el Ayuntamiento de Madrid, mientras el Gobierno central también entra en la discusión.

En este contexto, Aena ha decidido intensificar los controles de acceso a todas las terminales del aeropuerto, especialmente durante las franjas nocturnas. Según la gestora aeroportuaria, estas medidas buscan "contribuir a que la situación no empeore" y permitir que la infraestructura continúe operando con normalidad.

"En estas franjas horarias solo accederán los pasajeros con tarjeta de embarque, sus acompañantes y los trabajadores del aeropuerto", explicaron fuentes de Aena.

Aena endurece el acceso nocturno a Barajas ante la falta de soluciones sociales

Desde hace días ya pueden verse carteles en los accesos desde el metro a las terminales 1 y 2 que indican la necesidad de presentar tarjeta de embarque. Aunque inicialmente funcionaban como advertencias, ahora contarán con presencia de seguridad para reforzar su cumplimiento.

Estas restricciones no implican un desalojo, como ocurrió en febrero en El Prat, pero sí dificultarán el acceso a quienes usan Barajas como refugio nocturno.

La medida se toma en paralelo a un requerimiento legal enviado por Aena al Ayuntamiento de Madrid, en el que exige que la administración local "ejerza la responsabilidad que le corresponde" y atienda la necesidad habitacional de las personas que pernoctan en el aeropuerto. "El aeropuerto no es un sitio habilitado para pernoctar", advierte la gestora en el documento, al que ha tenido acceso la prensa.

El Ayuntamiento y el Gobierno se cruzan reproches

El presidente de Aena, Maurici Lucena, afirmó que no se ha detectado un número significativo de solicitantes de asilo entre las personas que duermen en Barajas. "No se trata de competencia del Ministerio de Migraciones, sino del Ayuntamiento, como responsable de los servicios sociales", sostuvo, basándose en un censo preliminar realizado por una organización religiosa vinculada a Cáritas.

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez-Almeida, defiende que solo puede hacerse cargo de aquellas personas empadronadas o que ya hayan sido atendidas por los servicios sociales municipales. Según la nota enviada por Aena, esta postura deja fuera a "una parte considerable de las personas en situación de urgencia social" que también deberían ser atendidas por el consistorio.

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, también se pronunció al respecto: "El aeropuerto no puede convertirse en el albergue municipal. Confiamos en que el Ayuntamiento de una vez por todas asuma su responsabilidad y sea parte de la solución por fin".

Martín aseguró que el Gobierno ha participado en todas las mesas técnicas organizadas para abordar el tema, pero que "no se ha podido concretar ninguna medida porque el Ayuntamiento no ha empezado a tomar cartas en el asunto".

Barajas, una infraestructura clave bajo presión

El conflicto se da en medio de cifras récord para el aeropuerto. Solo en abril, Barajas recibió cerca de 5,6 millones de pasajeros, un 3,8 % más que en el mismo mes del año anterior. Fue la infraestructura con mayor tráfico del país, según datos de Aena. La empresa teme que esta situación ponga en riesgo no solo la seguridad y operatividad del aeropuerto, sino también su imagen internacional.

"La infraestructura es uno de los principales motores económicos de Madrid, de la Comunidad y del país", subraya el escrito enviado al Ayuntamiento. Desde Aena advierten que si no se toman medidas, la situación podría afectar el funcionamiento del aeropuerto en un momento clave de crecimiento sostenido.

Con información de EFE.