

El euro cayó por debajo de los 1,17 dólares luego de que se conocieran nuevos datos de la economía estadounidense que sorprendieron al mercado. El crecimiento más sólido de lo esperado y la caída en las solicitudes de subsidio por desempleo impulsaron al billete verde, que recupera terreno frente a la moneda europea en un contexto de cautela inversora.
Según los registros, la divisa común europea se ubicó en 1,1678 dólares hacia las 15.00 GMT, después de haber cerrado la jornada previa en 1,1739. El Banco Central Europeo (BCE) fijó la referencia en ese mismo valor, lo que confirma la presión bajista.
La economía de Estados Unidos continúa mostrando resiliencia, lo que disminuye las expectativas de un recorte inminente de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed).
¿Qué factores impulsan la fortaleza del dólar?
El dato más relevante llegó desde el mercado laboral. Las solicitudes semanales de subsidio por desempleo en Estados Unidos cayeron de forma inesperada hasta 218.000, frente a las 232.000 previas. Esta baja sugiere que el empleo sigue mostrando solidez, reduciendo la presión sobre la Fed para intervenir con estímulos adicionales.

A esto se suma un crecimiento económico más acelerado de lo calculado inicialmente. La revisión del PIB del segundo trimestre situó la expansión en 3,8 % anualizado, frente al 3,3 % estimado antes.
También los pedidos de bienes duraderos mostraron un incremento del 2,9% en agosto, un indicador de dinamismo en la industria. Con estos resultados, la percepción de que la economía estadounidense mantiene vigor elevó la confianza en el dólar.
¿Cómo afecta esta tendencia a Europa y a los mercados?
El retroceso del euro frente al dólar refleja la falta de impulso económico en la zona euro, donde persisten las dudas sobre el crecimiento y las herramientas de política monetaria del BCE. El diferencial de perspectivas entre ambas regiones favorece la búsqueda de refugio en la divisa estadounidense.

Para los mercados financieros, la fortaleza del dólar implica ajustes en carteras internacionales, mayores costos para los países y empresas que tienen deuda en esa moneda y un potencial impacto en el comercio global.
La moneda única se movió en una franja de 1,1678 a 1,1753 dólares, lo que muestra la volatilidad de la jornada. Los analistas advierten que la tendencia podría mantenerse si los próximos datos confirman la resiliencia de la economía de Estados Unidos.










