A lo largo de toda su vida laboral, la mayoría de los trabajadores piensan en el día de su jubilación. En España, la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y 8 meses, pero aquellos que han cotizado al menos 38 años y tres meses puede optar por una jubilación anticipada.
A su vez, el empleo público en el país ha sido durante décadas sinónimo de estabilidad y seguridad económica. Ser funcionario garantiza un salario fijo, derechos laborales sólidos y una jubilación asegurada. En este sentido, Federico Fuentes, maestro jubilado de 81 años ha defendido la jubilación para los empleados públicos y la eficiencia del sistema.
En entrevista para Noticias Trabajo, Fuentes comentó que tras dedicarle medio siglo al trabajo, hoy disfruta de una pensión que le permite “vivir tranquilo”. Para él, la jubilación trajo un beneficio económico inesperado. “Me jubilé para ganar más”, explicó al referirse a su nueva situación como jubilado.
La historia del jubilado de 82 años que se jubiló para ganar más
A lo largo de cinco décadas, Fuentes desempeñó varios puestos de trabajo diferentes: “50 años en varios oficios. El último, maestro de escuela”, resume. Su experiencia laboral comenzó en Barcelona, donde según cuenta, “el salario era bastante mínimo y el horario era muy elevado”.
Con el paso del tiempo, esas condiciones mejoraron y sobre todo en los últimos años como maestro. “En el trabajo que he tenido de maestro, que es el que en verdad me gustaba, pues he estado muy a gusto, es buen trabajo. Y bien remunerado, al principio no, pero después subió mucho el salario, dos mil y algo”, confesó el jubilado.
El paso a la jubilación no solo significó dejar de trabajar, sino mejorar sus ingresos. Ahora percibe una pensión relevante, tal como reconoce: “2.300 he ganado”, y le ha atribuido esa situación a sus condiciones como funcionario público.
La nueva pensión de jubilación para el maestro
“Al cumplir los 60 años y tener además 30 años de servicio, se jubila”. Esta pensión le permite mantener un margen económico desahogado. “Soy un afortunado. Ahora, como los hijos ya están cada uno por su lado, prácticamente me sobra. Incluso puedo ahorrar”, añadió Fuentes.
Cuando le preguntaron si recomendaría a los jóvenes optar por la función pública, el jubilado ha respondido sin titubeos: “Claro, porque es un trabajo para toda la vida. Ahí no los echa nadie. Cualquier empresa puede quedar en quiebra y cerrar y te vas a la calle, pero el funcionario no”.
Por último, Fuentes ha opinado sobre la percepción de algunos jóvenes con respecto a la sostenibilidad del sistema actual, que consideran injusto que parte de su salario se destine a las pensiones: “Muy mal, muy mal, que piensen eso, porque por esa razón no existirían las pensiones”.