

Los restaurantes TGI Fridays se han convertido en un icono de la restauración americana en España desde su llegada en 1992. Con su ambiente desenfadado, cócteles y celebraciones al estilo "happy hour", la cadena cautivó a un público ávido de una experiencia diferente.
Hoy, en cambio, vive un momento crucial. En noviembre de 2024, la empresa propietaria de sus establecimientos en los Estados Unidos, solicitó protección bajo el capítulo 11 por dificultades financieras derivadas de los efectos de la pandemia y los cambios en el consumo.
Aquel mismo mes la empresa anunció el cierre de 49 locales en el país norteamericano, reduciendo de forma drástica el número de establecimientos corporativos.

Qué sucederá con sus tiendas en España
En nuestro país, la huella de Fridays sigue intacta. Según informaron fuentes de Alsea, master franquiciador de la marca en España, a El Español, "no tenemos planes de cerrar ninguno de nuestros locales. Al contrario, nuestra intención es seguir apostando por la marca y consolidando su presencia".
Hoy operan 13 restaurantes distribuidos entre Madrid, Valencia y Sevilla, más o menos estables desde años, sin expansiones ni recortes notables. El primer establecimiento se abrió en el centro comercial La Esquina del Bernabéu, un enclave emblemático que marcó el comienzo de su andadura.
Desde entonces, ha sobrevivido a vaivenes económicos, el auge de cadenas locales y comida rápida de moda. Alsea subraya que la realidad española difiere por completo: las franquicias no dependen de la quiebra en la matriz, que afecta únicamente a los 39 restaurantes corporativos
Razones de la resiliencia española
Hay al menos dos motivos clave para entender por qué Fridays puede mantener su presencia en España:
Modelo de negocio establecido: El formato bar & grill con hamburguesas, costillas y cócteles se integra bien en la cultura local, especialmente en Madrid, donde los clientes buscan entretenimiento y algo distinto. Además, es la pionera estadounidense en el país.
Franquicia sólida: la operatoria local no depende directamente de la casa matriz. Alsea posee la licencia, gestiona los locales y cuenta con recursos propios para operar sin necesidad de respaldo financiero transatlántico.

Desafíos y amenaza latente
No obstante, el escenario no está exento de riesgos. En los Estados Unidos, la quiebra no ha sido un episodio aislado: cerraron 49 locales, y el total de establecimientos corporativos cayó de 213 a 164 en pocas semanas. Este contexto puede repercutir en la percepción global de la marca.
La pandemia, el aumento del delivery y la presión de competidores low cost han socavado la rentabilidad de la empresa. Si esa tendencia se prolonga, las franquicias españolas podrían sentir el impacto indirecto de decisiones estratégicas globales.
















