

La Dirección General de Tráfico ha elevado el nivel de exigencia al renovar el carnet de conducir para los españoles mayores de 65 años, no como castigo por la edad, sino para evitar que condiciones de salud potencialmente peligrosas pongan en riesgo a los conductores y al resto.
Esta modificación refuerza las pruebas médicas y psicotécnicas, y las convierte en un filtro decisivo para todas las personas senior que quieran seguir al volante.
Según ha señalado Pere Navarro, director de la DGT, la decisión no impone un límite de edad per se, sino que busca garantizar que los aptos para conducir mantengan las capacidades necesarias-físicas, sensoriales y cognitivas-mediante reconocimientos más rigurosos.

La DGT exige controles médicos con mayor frecuencia
Desde 2025, los conductores mayores de 65 años se enfrentan a un esquema de renovación más estricto, con análisis médicos minuciosos en varias áreas clave: visión, audición, reflejos, cognición y posibles enfermedades crónicas.
Si durante el reconocimiento se detectan deficiencias o patologías candidatas a empeorar, la DGT puede denegar la renovación, reducir la validez del permiso o imponer restricciones.
En detalle, los plazos se han ajustado de esta manera:
De 65 a 70 años: renovación cada 5 años (antes era cada 10).
A partir de 70 años: la frecuencia aumenta a cada 2 años, combinada con exámenes aún más rigurosos.
Este criterio pretende adaptarse a la evidencia: según la DGT, en 2019 los mayores de 65 representaban el 28% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico, aunque constituían solo el 19% de los conductores, lo que refleja un riesgo superior.
Cuáles son las enfermedades y medicamentos que pueden impedir la renovación
No solo la edad influye, sino condiciones médicas específicas. Desde enero de 2025, la DGT ha establecido una lista de enfermedades y tratamientos que impiden renovar el carnet, independientemente de la edad.
Entre ellas destacan:
Problemas neurológicos o cognitivos (demencia, epilepsia, TDAH...)
Enfermedades cardiovasculares (infarto, hipertensión, marcapasos...)
Respiratorias, digestivas y endocrinas (diabetes insulinodependiente...)
Medicación que interfiera con la conducción (psiquiátricos, para apnea, etc.)
Si el reconocimiento detecta alguna de estas condicionantes sin certificar la capacidad para conducir, la DGT puede rechazar la renovación.

Los mayores de edad tienen beneficios exclusivos
La DGT también introduce beneficios para mayores de 70 años: se eliminan las tasas de renovación, aunque deberán asumir el costo del reconocimiento médico.
Además, los mayores de 65 pueden acudir sin cita previa a cualquier centro médico autorizado para efectuar la tramitación. Y, atención: la normativa no fija una edad límite para conducir, siempre que se superen los exámenes correspondientes.
La DGT refuerza su compromiso con la seguridad vial, ofreciendo un enfoque más personalizado y menos estigmatizante: no se trata de quitar carnets a los mayores, sino de asegurar que quienes tengan el volante estén en condiciones psico-físicas óptimas.












