

La Ley de Propiedad Horizontal, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), establece de manera expresa que no se puede colocar un aparato de aire acondicionado en la fachada de un edificio sin autorización.
El artículo 7 de la Ley es claro: los propietarios solo pueden modificar su vivienda siempre que no se altere la seguridad, la estructura o la configuración exterior del edificio y sin perjudicar los derechos de otros vecinos.
Las fachadas se consideran elementos comunes, por lo que cualquier intervención en ellas requiere el consentimiento de la comunidad.
Esta normativa, que afecta a millones de comunidades de vecinos en toda España, protege los elementos comunes y la estética de los inmuebles, especialmente en verano, cuando la demanda de climatización se dispara.

Consecuencias de la prohibición para los vecinos
Un experto de Millennials Abogados explicó que la instalación en fachadas está terminantemente prohibida si no se cuenta con la autorización de la junta.
El propósito de esta norma es preservar la armonía arquitectónica del inmueble y evitar decisiones unilaterales que puedan afectar al conjunto.
El abogado subrayó que la prohibición se extiende tanto a los elementos comunes como a los privativos cuando la instalación compromete la estética exterior.
De esta manera, la protección de la configuración del edificio prevalece sobre las necesidades individuales, asegurando un equilibrio entre el derecho de propiedad y el interés colectivo de la comunidad.
Excepciones a la regla
Sí, pero son limitadas. La ley permite la instalación de aparatos de aire acondicionado en espacios privativos como terrazas o patios de uso exclusivo, siempre que no se afecten los elementos comunes ni se menoscabe la estética del inmueble.
En tales situaciones, los expertos sugieren informar previamente a la comunidad para evitar posibles conflictos o reclamaciones.
Además, en caso de ser necesario, el propietario puede solicitar a la comunidad autorización formal para instalar el equipo en la fachada.

Este procedimiento requiere la presentación de un proyecto que incluya las características del aparato, su ubicación exacta y el impacto estético que generará, el cual será discutido y votado en junta. La aprobación estará sujeta a las mayorías establecidas por la ley.
Consecuencias del incumplimiento normativo
Colocar un aire acondicionado en la fachada sin el permiso correspondiente puede tener consecuencias legales. La comunidad tiene el derecho de exigir la retirada inmediata del aparato y, si el propietario se niega a cumplir, puede emprender acciones legales.
Los tribunales suelen apoyar a las comunidades en estos casos, obligando no solo a desinstalar el equipo, sino también a enfrentar posibles multas y cubrir los gastos de reparación de los daños ocasionados en las áreas comunes.












