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En el pequeño pueblo de Navelgas, en el concejo de Tineo (Asturias), un río sigue arrastrando partículas de oro en pleno siglo XXI. Se trata del río Navelgas, cuya particularidad geológica ha captado la atención de científicos. Este fenómeno fue un descubrimiento del Imperio romano, gracias a que se extraía oro de esta zona mediante minería hidráulica.

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha señalado que la presencia de oro en este ríoasturiano no es fruto del azar, sino de un procesonatural de erosión que arrastra el mineral desde las formaciones montañosas circundantes.

El río Navelgas: joya minera de Asturias que los romanos ya explotaban

El río Navelgas fluye entre las montañas del norte de España y transporta una herencia milenaria. Durante el Imperio romano, esta región fue intensamente explotada por su riqueza aurífera, utilizando métodos como el "ruina montium", una técnica de minería hidráulica avanzada para la época.

Según investigaciones del IGME y del Museo del Oro de Asturias, se estima que los romanos extrajeron importantes cantidades de oro, lo que posicionó a Navelgas como una de laszonas mineras más valiosasdel noroeste peninsular.

Actualmente, esta tradición minera continúa viva en Navelgas gracias a eventos culturales como el Campeonato Mundial de Bateo de Oro, organizado con el apoyo del Ayuntamiento de Tineo y asociaciones locales.

El río sigue conteniendo partículas de oro visibles, lo que permite mantener una práctica histórica en clave turística y educativa. Esta actividad preserva la memoria de la minería romana y dinamiza la economía local con la llegada de visitantes nacionales e internacionales.

El origen cósmico del oro que fluye por el río Asturias

El oro presente en el río Navelgas tiene un origen mucho más remoto que cualquier civilización, procede del espacio.

Investigaciones astrofísicas señalan que este metal precioso se formó a partir de supernovas y colisiones estelares, y llegó a la Tierra incrustado en meteoritos durante las primeras etapas de la formación del planeta.

Estos materiales quedaron atrapados en la corteza terrestre y, con el paso de millones de años, procesos como la erosión y los movimientos tectónicos liberaron fragmentos que hoy acaban en los cauces de ríos como el de Navelgas.

Este dato científico añade una dimensión fascinante al fenómeno geológico de la región asturiana. Cada pepita o escama de oro hallada en el río Navelgastiene valor económico o histórico, pero también una conexión directa con los orígenes cósmicos de nuestro planeta.