La física cuántica no tiene nada que ver con la autoayuda: qué dicen los verdaderos científicos

La física cuántica es una de las ramas más fascinantes y complejas de la ciencia moderna, pero también una de las más malinterpretadas. En los últimos años, ha habido una creciente tendencia a vincular conceptos de la física cuántica con teorías de autoayuda y espiritualidad, una conexión que los verdaderos científicos rechazan rotundamente.

La física cuántica se ocupa del estudio de las partículas subatómicas, como electrones y fotones, y de fenómenos como el entrelazamiento cuántico y el principio de incertidumbre. A diferencia de la física clásica, que describe el comportamiento de los objetos a escala macroscópica, la física cuántica se centra en el mundo microscópico, donde las leyes de la física clásica no aplican.

Origen de los malentendidos entre la física cuántica y la autoayuda

La confusión sobre la física cuántica y la autoayuda puede rastrearse hasta la interpretación errónea de algunos de sus principios. Por ejemplo, el experimento mental del gato de Schrödinger se ha utilizado para sugerir que la mente humana puede influir directamente en la realidad física, una interpretación que los científicos consideran incorrecta. En realidad, este experimento ilustra la naturaleza probabilística de las partículas cuánticas, no la capacidad de la mente para alterar la realidad.

La visión de los científicos

Expertos en física cuántica, como Carlos Sabín del Instituto de Física Fundamental del CSIC, han abordado estos malentendidos en varias ocasiones. Sabín explica que la física cuántica no permite que las cosas estén en dos lugares a la vez, ni que el observador modifique la realidad de una manera que justifique conceptos de autoayuda, según lo publicado por el portal Cienciaes.com. La realidad cuántica se basa en cálculos de probabilidades y en la interacción de partículas en condiciones muy específicas, no en la influencia mental o espiritual.

La verdadera aplicación de la física cuántica

La física cuántica ha revolucionado nuestro entendimiento del universo y ha permitido desarrollos tecnológicos impresionantes, como los ordenadores cuánticos y la criptografía cuántica. Estas tecnologías aprovechan principios cuánticos genuinos para mejorar la capacidad de procesamiento de datos y la seguridad de la información, aplicaciones muy alejadas de las promesas de la autoayuda.

A pesar de la complejidad y el carácter contraintuitivo de la física cuántica, es importante entender que sus principios se aplican en el ámbito de la ciencia y la tecnología, y no tienen relación alguna con prácticas de autoayuda. Los físicos continúan desmintiendo mitos y aclarando que el mundo cuántico, aunque fascinante y lleno de potencial, no es un campo propicio para justificar creencias espirituales o estrategias de autoayuda.