

Una reciente investigación elaborada por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de los Estados Unidos ofrece una respuesta a una inquietud común. La pregunta que todos nos hacemos es: ¿por qué nuestro cerebro tiene la capacidad de concebir estas fantasías para luego eliminarlas enteramente?
No existe persona que no haya experimentado despertarse alguna mañana con la sensación de haber soñado algo, aunque sin poder recordar con exactitud qué fue. A pesar de los esfuerzos por rememorar el sueño, el resultado suele ser infructuoso.
Los investigadores han descubierto que la culpa de que olvidemos nuestros sueños se debe a un grupo de neuronas que trabajan para depurar nuestras mentes de recuerdos innecesarios. "Durante la fase de REM son las que controlan que el cerebro recuerde nueva información después de una buena noche de sueño", señala Thomas Kilduff, director del Centro Internacional de Neurociencia SRI de California y autor principal del estudio.

Descubrimientos recientes de los científicos
Los investigadores que llevaron a cabo el experimento en ratones centraron su atención en las células responsables de la producción de la hormona melanina-concentradora, una molécula que desempeña un papel crucial en la regulación del sueño y el apetito.
En consonancia con los hallazgos de otros especialistas, se observó que la mayoría (52,8%) de las células MCH (hormona melanina-concentradora) en el hipotálamo mostraron un incremento significativo durante la fase REM en los ratones, mientras que el 35% se activó exclusivamente en estado de vigilia.
A partir de estos datos, los investigadores indagaron en la función de las células MCH en el proceso de retención, que se refiere al intervalo que sigue al aprendizaje de información nueva y precede a su consolidación en la memoria a largo plazo. Se llevaron a cabo diversas pruebas de memoria, incluyendo una que evaluó la capacidad de los ratones para diferenciar entre objetos nuevos y familiares.

De manera sorprendente, hallaron que "activar" las células MCH durante la fase de retención deterioraba la memoria, mientras que su desactivación mejoraba la recuperación de recuerdos.
Por ejemplo, la activación de estas células disminuyó el tiempo que los ratones dedicaron a olfatear objetos nuevos en comparación con los familiares, mientras que desactivar las células produjo el efecto opuesto. "Estos hallazgos sugieren que las neuronas MCH facilitan un proceso activo de olvido de información nueva, posiblemente irrelevante", señala Kilduff.
"Dado que se considera que los sueños ocurren principalmente durante la fase REM, la etapa del sueño en la que se activan las células MCH, la activación de estas células podría impedir que el contenido de un sueño se almacene en el hipocampo, lo que resulta en que el sueño se olvide rápidamente".
















