Los chistes acerca del orden de nacimiento de los hermanos son muy comunes, y al hablar de relaciones familiares, surge la pregunta sobre si el lugar de nacimiento dentro de una familia afecta la inteligencia y personalidad de los niños.
En 1927, el médico y psicólogo austriaco Alfred Adler teorizó que el orden de nacimiento afectaba enormemente la personalidad, puesto que los padres trataban a los niños de manera diferente según fueran mayores o menores. También creía que los padres que comparaban a unos hermanos con otros creaban una sensación de inferioridad.
¿Qué hermano es el más inteligente?
Todos los estudios encontraron características diferentes entre los hijos según su posición en la familia.
A modo de ejemplo, se cree que el primogénito es el más inteligente, responsable y extrovertido, aunque también puede ser mandón, ambicioso y controlador debido a la atención temprana de los padres y la responsabilidad que se le dio de cuidar a los menores.
En tanto, el hermano del medio suele ser el que concilia. Es pacífico y colaborador, pues ha desarrollado habilidades negociadoras para acoplarse a lo que quizás el niño mayor ya se ha llevado en el nicho familiar.
El hermano menor, por su parte, suele ser el más mimado, egocéntrico, manipulador, encantador y divertido. Se cree que es porque debe hacer más esfuerzo para llamar la atención, mantener su independencia y parecer diferente de sus hermanos.
En cuanto a los hijos únicos, Adler destaca ciertas características de personalidad que suelen manifestar, pues se dice que tienden a ser egocéntricos, independientes, buscadores de aprobación y maduros.
Como no tienen hermanos mayores o menores, suelen adoptar las características de personalidad de un hijo mayor o menor.
¿Qué dice la ciencia sobre la inteligencia y el orden de los hermanos?
Se han llevado a cabo diversos estudios sobre este tema, pero el más completo fue realizado en 2014 por dos psicólogos de la Universidad de Illinois.
Tras analizar a 377.000 estudiantes, encontraron resultados significativos. A pesar de observarse una diferencia estadística en el coeficiente intelectual entre hermanos, esta disparidad es mínima y carece de relevancia tanto en el ámbito científico como en la vida cotidiana.
Según los investigadores, las interpretaciones de los padres podrían haber distorsionado estudios anteriores, como la creencia de que el primogénito es más inteligente debido a su posición en la familia.
Sin embargo, los resultados de la investigación sugieren que el orden de nacimiento no tiene una influencia significativa en el desarrollo. Así lo confirmó la profesora Rodica Damián, una de las investigadoras del estudio.