Este fin de semana, durante la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre, los ciudadanos españoles deberán retrasar una hora sus relojes con motivo de la entrada en vigor del horario de invierno.
De esta forma, cuando la aguja pequeña marque las 3:00 de la madrugada, volverán a ser las 2:00, lo que dará 60 minutos extra de sueño. Se trata de una práctica tradicional que tiene como objetivo ahorrar energía y aprovechar de manera más eficiente la luz natural.
Es por ello que, si tienes un coche y no sabes cómo hacer el cambio de hora, te mostraremos los pasos a seguir para hacerlo.
Cómo cambiar la hora en el coche
Lo primero que debes hacer es encender el vehículo, puesto que la mayoría de los relojes de coche están diseñados para funcionar cuando el coche está en marcha.
Luego, deberás acceder al menú de configuración, que en la mayoría de coches modernos está integrado en la pantalla de "Info entretenimiento". Aquí tendrás que buscar el apartado de Configuración y acceder a Configuración del reloj.
Cabe destacar que en cada modelo puede variar, por lo que si no lo encuentras busca el manual de tu vehículo.
Una vez dentro del menú, busca el apartado de "Ajustar hora" o "Configuración de la hora" y establece la hora correcta que, en este caso, será una hora menos de lo que te marca tu coche.
¿Qué hago si mi coche no tiene pantalla?
Si los pasos anteriores no han funcionado, es posible que tu coche sea más antiguo y no disponga de pantalla o centro de control. En ese caso, deberás ajustar la hora de manera diferente.
Dependiendo del modelo, la forma de hacerlo puede ser distinta, por ejemplo, hay coches que tienen la opción de hacer el cambio desde el propio radio del coche.
Para ello, busca algún botón en el que aparezca la palabra "Clock" (reloj) y mantenla pulsada hasta que el icono del reloj comience a parpadear y de ahí establece el nuevo horario.
Por qué se sigue cambiando el horario
Desde hace años existe un debate activo sobre la conveniencia del cambio horario, y la Unión Europea planteó en su momento la posibilidad de eliminar los ajustes estacionales. De momento, España mantiene la práctica al menos hasta 2026, según el calendario oficial del BOE.
El argumento clásico a favor es el ahorro energético: adaptar la actividad humana a la luz solar disponible. Pero expertos y estudios recientes ponen en duda su eficacia real, dada la evolución tecnológica y los nuevos hábitos de consumo.
Además, el ajuste de horas puede afectar de forma temporal los ritmos de sueño, la productividad y el bienestar, aunque la mayoría de las personas se adapta en pocos días.