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La reciente recomendación de la Unión Europea para que sus ciudadanos preparen kits de emergencia ha despertado preocupación en toda la región. Aunque España se considera un país seguro, la posibilidad de un conflicto global ya no parece un escenario remoto.

La escalada de tensiones en Europa del Este, Oriente Medio y Asia obliga a analizar la preparación del país ante un eventual enfrentamiento bélico. Desde la eliminación del servicio militar obligatorio en 2001, España confía su defensa a un ejército profesional compuesto por 119.665 efectivos activos y 15.150 militares en reserva. Sin embargo, esta cifra se encuentra por debajo del promedio europeo.

Según el Observatorio Internacional de Seguridad, España cuenta con 2,4 militares por cada 1000 habitantes, frente a los 3,6 de la media de la Unión Europea.

"La situación es preocupante. Si hubiera un conflicto de gran escala, España necesitaría movilizar a unas 60.000 personas más y eso no sería sencillo sin un cuerpo civil mínimamente entrenado" asegura Chema Gil, codirector del Observatorio, Onda Cero.

Cómo funciona el reclutamiento en España ante una guerra

El proceso de reclutamiento ante un eventual conflicto está claramente estipulado en la normativa española. Primero se convocarán los miembros del ejército en servicio activo. Posteriormente, se activarán los militares en reserva, divididos en tres categorías: especial disponibilidad, voluntarios y obligatorios.

  • Reservistas de especial disponibilidad: 7.732 efectivos que pueden ser movilizados con rapidez (Real Instituto Elcano).

  • Reservistas voluntarios: civiles comprometidos a servir tres años tras un proceso de selección riguroso.

  • Reservistas obligatorios: ciudadanos sin formación militar previa, activados solo con aprobación del Congreso, según la Ley de Carrera Militar.

Perfil de los reclutas: edad, requisitos y objeción de conciencia

Cualquier ciudadano español de entre 18 y 53 años puede ser convocado, con foco en los jóvenes de 19 a 25 años. Los seleccionados deben pasar evaluaciones médicas y pueden indicar preferencias sobre los distintos cuerpos del Ejército.

La objeción de conciencia es posible, quedando a decisión del Consejo de Ministros. Si se deniega, el Estado puede recurrir a tribunales. Esto se fundamenta en el artículo 30 de la Constitución Española: "los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España" en situaciones de grave riesgo, catástrofe o invasión.

Inversión militar de España y contexto global frente a la vuelta del servicio obligatorio

El gasto militar global alcanzó en 2023 un récord de 2,44 billones de dólares, un 6,8% más que el año anterior. España también ha incrementado su inversión en defensa.

Según Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, "la movilidad militar es muy complicada", y gran parte del presupuesto de 10.400 millones de euros se destinará a salarios, ciberseguridad y reposición de equipos.

En tanto, Alemania, Suecia, Dinamarca y Noruega han reactivado o reformado el servicio militar, incluyendo la obligatoriedad o la participación de mujeres. La guerra en Ucrania y la amenaza rusa han impulsado estos cambios.

Mientras, España descarta el retorno del servicio obligatorio. La ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó: "España tiene unas Fuerzas Armadas profesionales, comprometidas en misiones internacionales y en lucha contra incendios. Lo que nosotros hacemos es apoyar el modelo que tenemos en este momento" . También aseguró: "No va a haber servicio militar en España, en absoluto, ni creo que se le haya pasado por la cabeza a nadie".