En esta noticia

Vivian Jenna Wilson, hija mayor de Elon Musk y Justine Wilson, ha decidido cortar por completo su relación con su padre. A sus 20 años, ha cambiado legalmente su nombre y género, adoptando el apellido de su madre para desvincularse del empresario. En entrevistas recientes, ha calificado a Musk de "niñato patético", "timador" y "narcisista", dejando claro su rechazo hacia él.

La joven, que vive y estudia en Tokio, ha sido económicamente independiente desde 2020, año en que se declaró transgénero. Desde entonces, ha buscado forjar su propio camino, alejándose de la sombra de su progenitor y expresando abiertamente sus críticas hacia él y sus posturas políticas.

Cambio de nombre y ruptura familiar con Elon Musk

Vivian comenzó su transición de género a los 16 años, proceso que, según ella, no contó con el apoyo de Musk. En 2022, un juez de California aprobó su solicitud para cambiar legalmente su nombre y sexo en el certificado de nacimiento. En esa misma petición judicial expresó que ya no deseaba mantener "ningún vínculo" con Elon Musk.

El empresario, por su parte, atribuyó la decisión de su hija a influencias "neomarxistas" de la escuela a la que asistía. En entrevistas posteriores, no respetó su nombre elegido y afirmó que había sido "engañado" para autorizar tratamientos médicos vinculados a la identidad de género. Estas declaraciones profundizaron aún más la grieta entre ambos.

Acusaciones de transfobia y mentiras familiares

Desde sus redes sociales, Vivian ha cargado públicamente contra su padre. Lo llamó "adúltero en serie", lo acusó de mentir sobre su infancia y de presentarse falsamente como un hombre preocupado por el cambio climático o la religión. También lo responsabilizó por apoyar políticas públicas consideradas discriminatorias hacia personas trans.

Uno de los puntos más polémicos fue su denuncia sobre supuestos gestos de Musk en redes que, según ella, remiten a simbología nazi. Además, expresó su temor por el clima político de los Estados Unidos y aseguró que planea mudarse definitivamente a otro país.

Una nueva identidad lejos del apellido Musk

Aunque es inevitable que su apellido genere atención mediática, Vivian insiste en no querer formar parte del mundo de Elon Musk. Ha considerado proyectos propios en traducción, modelaje o televisión, y utiliza sus redes para mostrar una versión de sí misma desligada del poder, la fortuna y la narrativa de su padre.

En tiempos donde el apellido puede ser una marca y la sangre un espectáculo, Vivian eligió romper el vínculo y fundar una historia desde cero. En su decisión resuena algo más profundo que el desacuerdo familiar: una declaración de independencia frente al linaje más visible del mundo tecnológico.