

La reforma laboral más ambiciosa de los últimos años ha sido aprobada por el Consejo de Ministros. A partir de ahora, la jornada laboral en España se reducirá de forma progresiva hasta llegar a un máximo legal de 37,5 horas semanales, manteniendo intacto el salario de los trabajadores.
Esta iniciativa, que ha sido respaldada por los principales sindicatos -CCOO y UGT-, beneficiará de forma directa a más de 12 millones de empleados en todo el país.
"Hoy esta norma avanza en una España que va a ser mejor. Hoy modernizamos las empresas españolas y ayudamos a que la gente sea un poco más feliz", expresó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La ministra también fue contundente al subrayar: "No hay retorno, no hay vuelta atrás".
La medida no solo busca reducir el absentismo laboral y mejorar la productividad, sino también promover una mayor conciliación entre vida personal y profesional, además de alinearse con las recomendaciones europeas sobre salud mental.
Su entrada en vigor está prevista para antes del 31 de diciembre de 2025, siempre y cuando el proyecto supere el trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados.

Cómo será el nuevo registro horario obligatorio para empresas
Uno de los pilares de la reforma es el establecimiento de un registro horario digital, interoperable y en tiempo real. Este sistema será obligatorio para todas las empresas, sin importar su tamaño, y deberá garantizar que cada trabajador registre su jornada de forma personal y verificable.
Según el Ministerio de Trabajo, el nuevo control será "digital y propio del siglo XXI". Los registros deberán conservarse durante cuatro años y estarán disponibles para empleados, representantes legales e Inspección de Trabajo. Esta medida busca acabar con los fraudes relacionados con el exceso de horas no declaradas y asegurar que se respete la nueva jornada legal.
Las empresas que incumplan esta obligación se enfrentarán a sanciones de hasta 10.000 euros por trabajador, lo que representa un endurecimiento importante del régimen sancionador.
Esta decisión ha despertado preocupación entre algunas patronales, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas, que temen no poder adaptarse a los nuevos requisitos tecnológicos.
¿Cuándo entra en vigor la jornada de 37,5 horas semanales?
La norma ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, pero debe ser refrendada por el Congreso de los Diputados antes de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Si no hay imprevistos, la nueva jornada entrará en vigor antes del 31 de diciembre de 2025. Hasta entonces, los convenios colectivos tendrán margen para adaptarse a los nuevos parámetros legales.
A pesar del amplio respaldo sindical, el proyecto de ley enfrenta resistencia política. El partido Junts per Catalunya ya ha anunciado que presentará una enmienda a la totalidad. La portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, criticó duramente la iniciativa: "Nos están haciendo una ley para dificultar el trabajar (...) impone una fiscalización inaceptable a las empresas".
Nogueras también reprochó al Ejecutivo que no se haya negociado con su formación, y afirmó que la ley "da la espalda al tejido empresarial catalán". Aun así, desde el Gobierno se muestran confiados en alcanzar los apoyos parlamentarios necesarios para que la medida salga adelante en tiempo y forma.
¿Qué impacto tendrá la reducción de la jornada laboral en los sueldos?
Uno de los aspectos más celebrados de la nueva jornada laboral es que no implica una reducción salarial. En otras palabras, los trabajadores cobrarán lo mismo por menos horas de trabajo. Según el Gobierno, esta decisión apunta a aumentar el bienestar, reducir el estrés laboral crónico y mejorar la eficiencia de las empresas.
Además, se reconoce el derecho irrenunciable a la desconexión digital. Esto significa que las empresas no podrán exigir a los empleados que estén disponibles fuera de su horario laboral. Esta cláusula se vuelve especialmente relevante en el contexto actual, donde el teletrabajo ha desdibujado los límites entre vida profesional y personal.
España se suma así a una tendencia que ya han comenzado países como Francia o Bélgica, situándose a la vanguardia en la regulación del tiempo de trabajo. La Comisión Europea ya había advertido sobre los riesgos del "presentismo digital" y el aumento de las jornadas extendidas no remuneradas, que afectan de forma directa a la salud mental de los trabajadores.
Un cambio estructural en el mercado laboral español
Más allá de los detalles técnicos, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales supone un giro estructural en la organización del trabajo en España. Abre la puerta a un nuevo modelo laboral donde el bienestar, la productividad y el respeto al tiempo libre estén en el centro del debate.
"Esta norma cambia la vida de la gente. Afecta a 12,5 millones en todo el país", concluyó Yolanda Díaz. Mientras tanto, los sindicatos seguirán presionando para que no se altere ni una coma del acuerdo alcanzado con el Ministerio de Trabajo y para que la nueva ley se consolide como un derecho permanente.











