No hay chef profesional que no conozca la importancia de un cuchillo bien afilado. No se trata solo de precisión o de facilitar la tarea de cortar alimentos, sino de seguridad, comodidad y eficiencia. Y existe un truco infalible para lograrlo.
Desde el blog de Evvohome, especializado en electrodomésticos y soluciones domésticas, revelan algunos de los secretos más efectivos -y sorprendentemente simples- para mantener los cuchillos siempre a punto.
Trucos caseros que usan los chefs para tener los cuchillos afilados
Lo que podría parecer una tarea complicada o que requiere herramientas profesionales, se puede resolver con objetos que casi todos tenemos al alcance de la mano. Estos trucos, además de ser económicos, permiten afilar cuchillos en cualquier momento y lugar.
Papel de lija doble cero: es una de las técnicas más recomendadas por su sencillez y eficacia. Frotar la hoja del cuchillo suavemente sobre este tipo de papel consigue un afilado sorprendente. Si no tienes papel de lija doble cero, cualquier otro puede servir, aunque los resultados variarán ligeramente.
Una botella de vidrio: puede sonar inusual, pero el pico de una botella de vidrio funciona como una piedra de afilar improvisada. Sostén firmemente la botella y desliza la hoja del cuchillo sobre el cuello de la misma, con movimientos controlados y repetitivos.
Otro cuchillo: este método clásico, similar al que usaban los barberos con sus navajas, consiste en frotar suavemente un cuchillo contra otro. Es fundamental hacerlo con cuidado y repetir el movimiento hasta notar un filo uniforme y efectivo.
Cuchillos afilados: ¿por qué funcionan estos trucos?
Lo interesante de estas técnicas es que se basan en principios físicos sencillos: la fricción y el desgaste controlado de los materiales.
El vidrio, por ejemplo, se compone de arena fundida, lo que le da una textura ideal para el pulido de metales. El papel de lija, por su parte, está diseñado específicamente para desgastar superficies de manera uniforme.