Fuente: Freepik
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Hay un timo silencioso que se está cobrando más víctimas de lo que se pensaba. La Guardia Civil españolaha encendido las alertas tras detectar un preocupante aumento de este tipo de engaños dirigidos, sobre todo, a personas mayores en lugares públicos como aparcamientos y estaciones de servicio.
La mecánica de la estafa parece casi de película: simulan un pequeño accidente para confrontar a las víctimas en momentos de distracción. Con una actitud aparentemente educada, pero firme, los estafadores logran que muchos terminen entregando dinero en efectivo bajo presión, creyendo que están solucionando un problema de tráfico que jamás ocurrió.
Alerta de Guardia Civil: cómo estafan a los jubilados en los aparcamientos
El timo funciona de manera tan sutil que muchos ni siquiera sospechan. Los delincuentes eligen cuidadosamente a sus objetivos: prefieren a personas de edad avanzada, que suelen mostrarse más confiadas o vulnerables ante situaciones imprevistas.
Una vez que la víctima regresa a su vehículo, los timadores la abordan de manera rápida y eficaz. El guion es casi siempre el mismo: la acusan de haber provocado un roce o golpe en otro coche, señalando daños que, en algunos casos, ellos mismos se han encargado de fabricar.
La presión psicológica y la aparente urgencia hacen que muchos jubilados paguen al instante para "evitar problemas mayores".
Según datos oficiales proporcionados por la Guardia Civil de España, en el último año se han registrado 34 denuncias relacionadas con esta modalidad de estafa, y todo apunta a que las cifras seguirán aumentando si no se actúa con precaución.
El "método de la siembra", otro dolor de cabeza para las autoridades de España
La Guardia Civil también ha advertido sobre otra técnica que empieza a proliferar: el llamado "método de la siembra". Aunque suena inocente, es una artimaña muy bien pensada. Aquí el objetivo no es confrontar, sino distraer.
Los delincuentes fingen que el conductor ha perdido un objeto personal. Mientras la víctima sale del vehículo a comprobarlo, otro cómplice aprovecha ese momento de descuido para sustraer rápidamente bolsos, carteras o móviles del interior del coche.
