Un nuevo estudio sugiere que la química que hace posible la vida podría ser anterior a la creación de los planetas. Estas sustancias, que se estudian en la bioquímica, son producidas por las células para obtener energía y cumplen funciones vitales para la supervivencia de los seres vivos. El consenso científico era que esas reacciones químicas, fuertemente vinculadas con la vida, necesitaban condiciones propicias para existir. Sin embargo, un nuevo estudio podría demostrar lo contrario.
El estudio realizado por el Instituto de Química de Niza, de la Université Côte d'Azur, recreó la formación de estas sustancias en condiciones hostiles y contrarias a las presupuestas por la ciencia. Según el artículo científico publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, estas sustancias podrían haberse formado en pleno espacio sobre fragmentos de hielo interestelar, lejos de planetas, estrellas o cualquier objeto astronómico.
En el espacio, exiliados de todo, el bombardeo de radiación ultravioleta sobre los diminutos cristales de hielo podría haber producido sustancias clave para la vida antes incluso de que nuestro planeta terminara de formarse. Este estudio ha logrado obtener todas las moléculas intermedias de una las reacciones fundamentales para la vida: el ciclo de Krebs.
¿Por qué la vida podría surgir del espacio exterior?
Según el portal informativo Química.es, el ciclo de Krebs es una ruta metabólica, es decir, una sucesión de reacciones químicas, que forman parte de la respiración celular en todas las células que utilizan oxígeno. Algunas moléculas cumplen funciones clave dentro del ciclo, como encadenar reacciones que permiten extraer energía de lo que comemos y alimentar a la célula con lo que necesita para funcionar.
Pero no solo se limitan a proveer energía para la célula, sino que algunas de estas sustancias participan en la fabricación de aminoácidos, otras ayudan a regular si una célula quema grasa o guarda reservas y otras sirven como señales químicas para el resto del cuerpo. Es decir, que no son meros pasos en la ruta bioquímica, son piezas de un engranaje fundamental para la vida.
El ciclo de Krebs es estudiado por la bioquímica, una ciencia experimental interdisciplinaria, en la que se combinan principios de la química y de la biología para estudiar la composición química de los seres vivos. También se analizan los procesos químicos que ocurren dentro de los organismos y que permiten que se lleven a cabo distintas funciones biológicas.
¿Cómo se generó la vida en el espacio?
El estudio, por su parte, consistió en recrear las condiciones de hielo interestelar. Para eso, el equipo creó finas capas de hielo a partir de granos de "polvo", con el objetivo de simular lo que ocurre en el espacio. En condiciones naturales, estos cristales son iluminados por la luz de las estrellas y producen reacciones sobre el hielo.
En el laboratorio, los investigadores bombardearon la muestra con partículas a grandes velocidades que simulaban los rayos cósmicos. Asimismo, prepararon las condiciones para simular el vacío y la frialdad del espacio con una temperatura de 263 °C, tan solo 10 grados por encima del cero absoluto.
Esta simulación no solo logró que se formaran sustancias bioquímicas complejas, sino que también produjo la totalidad de intermediarios del ciclo de Krebs. Su presencia espontánea en un entorno tan extremo y lejano como el hielo interestelar sorprendió a los investigadores, quienes se preguntaron si los ladrillos químicos de la vida no necesitan un planeta para ensamblarse.
Según aclararon desde el Instituto de Química de Niza, esto no significa que la vida pueda aparecer en medio de una nebulosa con tan solo energía, carbono y un poco de agua. Pero sí insinúa que lo que se entiende como química y bioquímica puede tener raíces mucho más profundas y antiguas de lo que se imaginaba.