Fuente: Shutterstock
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La familia real española ha sido, en los últimos años, protagonista de diversas controversias que han puesto a prueba su unidad y cohesión. Desde escándalos judiciales hasta diferencias personales, las tensiones internas han salido a la luz pública.
En este contexto, la reina Letizia ha tomado una postura firme respecto a la presencia de los hijos de la infanta Cristina en el Palacio de la Zarzuela, buscando limitar su estancia en la residencia real.
Letizia impone límites en la Zarzuela
La reina Letizia ha expresado su deseo de que los hijos de la infanta Cristina, Irene, Miguel y Juan Urdangarin, no utilicen el Palacio de la Zarzuela como residencia temporal.
Según fuentes cercanas al palacio, Letizia considera que la presencia constante de sus sobrinos genera inestabilidad y afecta la imagen pública de la familia real, especialmente en relación con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
La preocupación de Letizia se centra en evitar coincidencias entre sus hijas y los primos Urdangarin en espacios comunes durante las vacaciones, buscando preservar la privacidad y seguridad de su núcleo familiar.
La estancia de los Urdangarin en la residencia real
La situación se remonta al año pasado, cuando Irene Urdangarin decidió tomarse un año sabático tras no ser admitida en la Universidad de Lausana, residiendo en la Zarzuela bajo el cuidado de su abuela, la reina Sofía.
Luego, su hermano Miguel se trasladó al palacio tras una lesión que le obligó a suspender temporalmente sus estudios. Finalmente, Juan Urdangarin también se unió a sus hermanos durante el verano, convirtiendo la residencia real en un espacio compartido por varios miembros de la familia.
Aunque el Palacio de la Zarzuela pertenece a la familia Borbón en su conjunto, el entorno más cercano de Felipe VI, Letizia y sus hijas, reside en el Pabellón del Príncipe, un recinto independiente dentro del mismo complejo.
El ir y venir de los jóvenes Urdangarin ha generado tensiones logísticas y familiares en la residencia.
Tensiones familiares y decisiones estratégicas
La relación entre Letizia y la infanta Cristina ha sido tensa desde hace años, especialmente tras el escándalo del caso Nóos, que involucró al exesposo de Cristina, Iñaki Urdangarin.
Letizia ha sido una firme defensora de mantener la distancia con los miembros de la familia implicados en controversias legales, buscando proteger la imagen de la Corona y el futuro de sus hijas.
La reina Sofía, por su parte, ha mostrado su apoyo a sus nietos, permitiéndoles residir en la Zarzuela. Esta diferencia de opiniones ha generado conflictos internos, reflejando las divisiones existentes dentro de la familia real.
La situación actual pone de manifiesto las complejidades de la convivencia en la residencia real y las decisiones estratégicas que Letizia considera necesarias para preservar la estabilidad y reputación de la monarquía española.
