En uno de los ecosistemas más hostiles del planeta, las heladas aguas del Ártico, científicos han identificado a una especie marina que desafía todos los límites conocidos de la biología: se trata del tiburón de Groenlandia.
Este enigmático depredador puede vivir más de 400 años, convirtiéndose en el vertebrado más longevo del mundo. Gracias al trabajo de investigadores que han comenzado a secuenciar su genoma, se han descubierto características genéticas y biológicas únicas que podrían aportar claves fundamentales sobre el proceso de envejecimiento.
Científicos analizan el genoma de la especie marina más longeva del planeta
El equipo científico que estudia al tiburón de Groenlandia ha centrado sus esfuerzos en desentrañar los secretos ocultos en su ADN.
Este depredador de las profundidades cuenta con 22.634 genes y alrededor de 6.450 millones de pares de bases, lo que supone una compleja estructura genética rica en información sobre su resistencia biológica.
Uno de los aspectos más destacados del análisis genético ha sido la abundancia de transposones, también conocidos como "genes saltarines". Estos elementos móviles podrían tener un papel crucial en la reparación celular y en la prevención de enfermedades, mecanismos esenciales en un organismo que puede vivir varios siglos.
Asimismo, el lento desarrollo del tiburón, que no alcanza lamadurez sexual hasta los 150 años, parece estar directamente influenciado por su entorno: temperaturas bajo cero, escasa luz y profundidades extremas. Los científicos plantean que estas condiciones ambientales podrían estar estrechamente ligadas a su prolongada esperanza de vida.
Características de esta especie marina del Ártico
Más allá de su singular composición genética, el tiburón de Groenlandia presenta una serie de rasgos físicos y comportamentales que lo hacen excepcional entre las especies marinas:
- Puede vivir entre 250 y más de 500 años.
- Su crecimiento es extremadamente lento, con un promedio de 1 centímetro por año.
- Alcanza tamaños que oscilan entre los 4 y los 7 metros de longitud.
- Habita en aguas profundas del Atlántico Norte y del Ártico, desde Groenlandia hasta Canadá, Islandia y Noruega.
- Se desplaza lentamente, pero se alimenta de peces, calamares e incluso carroña, lo que demuestra su eficacia como depredador.
Estas características convierten al tiburón de Groenlandia en una pieza clave para entender cómo la biología puede adaptarse a entornos extremos y, al mismo tiempo, mantener una longevidad sin precedentes.