Julio de 2025 trae noticias alentadoras desde la ciencia española.Investigadores del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) han desarrollado una estrategia terapéutica que podría cambiar el rumbo en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo, el subtipo más agresivo y con peor pronóstico.
En estudios preclínicos, lograron erradicar las recaídas del tumor y frenar su expansión a otros órganos, dos de los desafíos más importantes en la lucha contra esta enfermedad.
El avance se basa en bloquear farmacológicamente una molécula llamada ENPP1, que juega un rol clave en la resistencia del tumor a la radioterapia y en su capacidad de diseminarse.
Los resultados, publicados en la revista Signal Transduction and Targeted Therapy, muestran que esta diana terapéutica potencia tanto el efecto de la radiación como la respuesta inmunológica del cuerpo contra las células tumorales.
Este hallazgo, desarrollado por el Grupo de Adhesión y Metástasis del Cima Universidad de Navarra, ofrece una luz de esperanza para un tipo de cáncer que representa alrededor del 15% de los casos totales de cáncer de mama y que afecta con especial gravedad a mujeres jóvenes.
Bloquear la molécula ENPP1: la clave contra la recaída y la metástasis
"En un estudio anterior descubrimos que la molécula ENPP1 favorece la recaída del cáncer de mama tras la extirpación quirúrgica del tumor y la posterior irradiación del lecho para eliminar células residuales", explica Fernando Lecanda, investigador principal del Grupo de Adhesión y Metástasis del Cima y codirector del estudio.
Este nuevo trabajo revela que ENPP1 no solo protege a las células tumorales residuales, sino que también debilita al sistema inmune. Lecanda añade:
"En esas condiciones tan agresivas de tratamiento, ENPP1 confiere resistencia a la radiación y una gran capacidad de soportar esas condiciones tan hostiles. Además, esta molécula frena al sistema inmune e impide su ataque a las células tumorales".
El enfoque terapéutico desarrollado no solo actúa sobre las células tumorales, sino que impulsa al sistema inmunológico a participar activamente en su destrucción. "Por lo tanto, el bloqueo de ENPP1 favorece la infiltración de las células inmunes dirigidas a destruir eficazmente a las células residuales del tumor", detalla Lecanda.
A su vez, el trabajo demuestra que la supresión de esta molécula hace que las células tumorales sean más vulnerables a la radiación."Esta diana favorece que las células remanentes resistan el daño al ADN inducido por la radiación, de tal forma que las células supervivientes con altos niveles de ENPP1 son idóneas para formar un nuevo tumor", agrega el investigador.
Resultados preclínicos prometedores en casi el 90 % de los casos
La terapia experimental combinó el bloqueo de ENPP1 con otro fármaco que potencia la respuesta inmune. Los resultados en modelos animales fueron impresionantes.
"Hemos utilizado esta radiosensibilización potenciando ese efecto con otro fármaco, una combinación que ha conseguido eliminar el tumor primario en cerca del 90 por ciento de los animales de experimentación, y ha disminuido también notablemente la tasa de metástasis, lo cual es especialmente relevante en este tumor tan peligroso", subraya Rafael Martínez, coinvestigador principal del Grupo y director científico del Departamento de Oncología Radioterápica de la Clínica Universidad de Navarra.
Martínez añade que este doble efecto -aumento de la sensibilidad a la radioterapia y activación del sistema inmune- podría representar un cambio significativo en el abordaje del cáncer de mama triple negativo.
Los investigadores planean ahora dar el siguiente paso: iniciar ensayos clínicos en pacientes humanos."A raíz de estos resultados experimentales, nuestro siguiente paso es conseguir financiación para iniciar un ensayo clínico que ofrezca una nueva opción terapéutica a las pacientes con cáncer de mama triple negativo", concluyen los autores.