Son muchas las personas que piensan que el cronotipo que les ha tocado es lo que define la hora en la que se despiertan. Así, se puede concluir en que ser un madrugador o un noctámbulo no es algo que se elige, sino que viene dado biológicamente. Sin embargo, según explica el experto de la Universidad de Harvard, Arthur Brooks, esta lógica está muy lejana a la realidad.
“No vi el amanecer durante mucho tiempo. Cuando tenía 20 años era músico profesional y me levantaba cuando el sol ya calentaba. Me iba sistemáticamente a la cama tarde y pensaba que mi patrón correspondía al de un búho frente al de una alondra, es decir, que estaba hecho para trasnochar en lugar de madrugar”, inicia Brooks en un video publicado en su cuenta de Instagram.
Desde su perspectiva, el cronotipo no es algo inamovible, sino que depende de los hábitos. Así fue en su experiencia, como cuenta en sus redes sociales. En su caso, lo de ser incapaz de madrugar por las mañanas no tenía nada que ver con ser un búho nocturno, sino que era cuestión de hábitos.
¿Por qué no puedes levantarte temprano?
La teoría de los cronotipos es sólida y está respaldada tanto por estudios genéticos como por observaciones fisiológicas y conductuales. Y lo que describe es la preferencia natural de una persona a estar activa y alerta durante diferentes momentos del día.
Así, las “alondras” son personas que, de manera natural, se despiertan temprano y tienen más energía durante las primeras horas del día. Por su lado, los “búhos” son personas que prefieren las actividades vespertinas o nocturnas, y rinden mejor durante las últimas horas del día.
Lo que mucha gente ignora es que si bien esta “preferencia” viene determinada en parte por la genética, también se ve influido por los hábitos, el ambiente y los factores sociales, que fueron la clave para el descubrimiento personal de Arthur Brooks.
Arthur Brooks comentó que, debido a la vida que llevaba, le era imposible convertirse en una “alondra”, ya que no le gustaba madrugar y siempre se había considerado noctámbulo. “Durante muchísimo tiempo no vi el amanecer. Hasta bien entrada la veintena, me ganaba la vida como músico profesional y me levantaba cuando el sol calentaba. Me acostaba tarde, y siempre me he considerado noctámbulo”, explicó.
El cambio fundamental de hábitos
Con el pasar de los años comenzó a dejar la música y se dedicó a la psicología positiva. Al hacer un recuento de cómo era su vida, notó que sus hábitos habían cambiado. “Reflexionando sobre ello, la realidad es que era un músico que bebía demasiado”, infirió Arthur Brooks.
“Ahora no bebo por lo que es más sencillo levantarse. No demasiado fácil porque no soy una de esas personas que despiertan sin alarma. La uso todos los días y me levanto a las 4.30 am. Y no me gusta. Me gustaría poder ignorarla y dormir a pesar de ella, pero hacerlo es muy importante. Me levanto a las 4:30 todas las mañanas, no porque me encante, sino porque es la primera victoria del día para mejorar mi bienestar”, añade el doctor en ciencias sociales y catedrático de Harvard.
Por eso, Brooks recomienda ser consciente de los procesos mentales, autorregular los procesos cognitivos para mejorar el desempeño, identificando fortalezas y debilidades, tratando de aplicar estrategias que te conduzcan a superar los escollos. “Recuerda ser metacognitivo y pensar sobre tu propio pensamiento. Reflexiona sobre lo que te motiva y podrás manejar la situación de mejor forma”, concluye.