Las comunidades del arco mediterráneo enfrentan una jornada condicionada por un fuerte temporal marítimo que combinó vientos intensos y un oleaje excepcional, mientras amplias zonas del país registraron cielos nubosos y precipitaciones débiles.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) situó en aviso naranja a Baleares y Cataluña por olas que alcanzaron alturas máximas de entre 10 y 12 metros, en un contexto donde el norte peninsular y los archipiélagos también estuvieron afectados por lluvias y ambiente invernal.
El temporal marítimo coincidió con la entrada de altas presiones desde el oeste, un fenómeno que estabilizó la mitad sur peninsular, aunque mantuvo la inestabilidad en áreas del Cantábrico, alto Ebro, norte de Galicia, Pirineos, la Ibérica, Melilla, Baleares y Canarias, donde las precipitaciones persistieron durante la mañana.
La combinación de lluvia, nieve en cotas desde los 600 metros y viento del norte reforzó un panorama meteorológico adverso en varios territorios.
¿Qué impacto dejó el temporal en Baleares y Cataluña?
En Baleares, donde se activó el nivel naranja, Menorca y Mallorca quedaron expuestas a vientos de entre 50 y 75 km/h y a chubascos intermitentes, especialmente en la mitad norte del archipiélago.
El oleaje evolucionó desde los 4 hasta los 6 metros, con una ola máxima que alcanzó los 12 metros. Los cielos permanecieron nubosos con precipitaciones dispersas, mientras Menorca registró rachas que llegaron a los 80 km/h y una cota de nieve situada en los 1000 metros.
En Cataluña, Girona encabeza las advertencias por vientos que alcanzan los 90 km/h y un temporal marítimo capaz de generar olas de hasta 8 metros.
En el Pirineo catalán, el cielo permanecerá cubierto con nevadas débiles en su divisoria occidental y en el valle de Arán, donde las temperaturas descendieron con heladas moderadas. El viento del norte y noroeste reforzó la sensación invernal, con rachas muy fuertes en zonas altas y en Ampurdán.
La inestabilidad marítima obliga a extremar las precaucione y cancelando actividades por la zona. Mientras técnicos y servicios de emergencia siguieron la evolución del episodio. En paralelo, el descenso térmico consolidó un escenario típico de final de otoño, dominado por heladas débiles en numerosas áreas del interior.
¿Qué regiones concentraron las lluvias y cómo evolucionó la situación en el resto del país?
Las precipitaciones se reparten principalmente por el área cantábrica, el alto Ebro, el norte de Galicia, los Pirineos y distintos tramos de la Ibérica, además de Melilla, Baleares y Canarias.
En Asturias, Cantabria y el País Vasco se registran lluvias débiles desde primera hora, con una cota de nieve cercana a los 1200 metros y un progresivo debilitamiento de los chubascos durante la tarde. Galicia mantuvo cielos con intervalos nubosos y alguna lluvia débil en su tercio norte.
En Navarra y La Rioja persisten los cielos cubiertos con precipitaciones que remitieron hacia el mediodía, mientras las nevadas continuaron en el Pirineo navarro por encima de los 800 metros, donde se esperaban acumulados significativos.
Castilla y León alternó nubes y claros, aunque mantuvo precipitaciones débiles y nieve en montañas desde los 900 metros, con heladas extensas en la meseta.
En Canarias, los intervalos nubosos dejaron lluvias débiles, más probables en el norte de las islas de mayor relieve, acompañadas de alisios moderados. Baleares registró chubascos dispersos, ocasionalmente fuertes y con granizo en Menorca y el norte de Mallorca.
En el centro y este peninsular, la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Aragón presentaron cielos más nubosos en sus sistemas montañosos, con nevadas en cotas desde los 800 metros y heladas débiles en varias zonas.
En el resto del territorio, como la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, el cielo permanecerá despejado pese al descenso de temperaturas y al viento del noroeste que dejó rachas fuertes en Castellón y Alicante.