La petrolera YPF planea invertir unos u$s 5.000 millones en 2024, de los cuales unos u$s 3.000 millones se destinarán al negocio de esquisto de la compañía, dijo hoy el presidente ejecutivo, Horacio Marín.
YPF planea focalizar su actividad en la producción de hidrocarburos de esquisto, tomando ventaja de la formación Vaca Muerta, que es la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo, explicó el ejecutivo en una conferencia con inversores.
La empresa anunció hace unos días la desinversión que planea realizar en 55 áreas de bloques convencionales maduros, lo que liberará unos 800 millones de dólares para nuevas inversiones.
"Planeamos salir de algunos de nuestros campos convencionales maduros, liberaremos alrededor de u$s 800 millones en gastos de capital para reasignarlos principalmente a la actividad de petróleo de esquisto", explicó Marín y agregó que espera cerrar esas transacciones este año.
La Argentina tiene expectativas respecto del potencial de Vaca Muerta para aumentar sus exportaciones y obtener divisas que fortalezcan las reservas del Banco Central.
La compañía, que lidera el desarrollo de Vaca Muerta en la provincia de Neuquén, espera aumentar su producción de no convencionales en un 24% este año y un 35% en 2025 para alcanzar ese año los 160.000 barriles de petróleo por día.
Para 2027, la empresa podría producir unos 250.000 barriles por día, afirmó el ejecutivo, quien agregó que Argentina podría convertirse en un importante jugador de energía a nivel mundial.
Planta de Gas Natural
Marín dijo que la compañía continuará trabajando en un proyecto para tener una planta de gas natural licuado (GNL) para poder exportar gas y alcanzar mayores mercados internacionales. La empresa trabajará los próximos 18 meses en la ingeniería del proyecto y está abierta a recibir nuevos socios.
La conferencia con los analistas se produjo un día después de que YPF publicara los resultados de la compañía que mostraron una pérdida neta de u$s 1.860 millones en el cuarto trimestre, impulsada en gran medida por ventas más débiles y por el deterioro del valor del portafolio de campos convencionales.