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El INDEC informó que el Índice de Precios al Consumidor subió 2,5% en noviembre, acumuló 27,9% en el año y cerró una variación interanual de 31,4%.

La división de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles avanzó 3,4%, Transporte lo hizo 3,0%, y Alimentos y bebidas no alcohólicas trepó 2,8%. El cuadro de categorías mostró a Regulados como el motor del mes (+2,9%), por encima del IPC núcleo (+2,6%) y de los Estacionales (+0,4%).

Regulados vs. núcleo: el pulso del mes

El mix de tarifas y servicios regulados empujó la medición: Vivienda y combustibles del hogar explicaron parte del incremento con alzas de 3,4% y la categoría de Regulados superó al núcleo. En paralelo, el núcleo se movió 2,6%, un registro que quebró la desaceleración previa. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), un tink tank de origen kirchnerista, sintetizó el cuadro: “Los datos de la inflación núcleo mostraron, en noviembre, un valor superior al anterior: dio 2,6%”.

Tarifas de energía y agua: la estacionalidad política de los precios

Según el CEPA, en el AMBA los residenciales enfrentaron ajustes promedio en gas y electricidad del orden del 3,8% y agua de AYSA de 1%. Ese tridente regulado tensionó el IPC del mes y alimenta la discusión sobre la desinflación oficial.

Transporte y combustibles: el arrastre del bolsillo

Transporte subió 3,0% a nivel nacional. El CEPA señaló que la nafta súper aumentó 11,5% y el gasoil 10,3% en noviembre, mientras que el transporte público del AMBA marcó un incremento de 4,1% y el subte acompañó en el mismo nivel. “La implementación del micropricing impide conocer el incremento de precios de YPF en tiempo real promedio en el país”, apuntó el informe.

Alimentos: carne, frutas y un reacomodamiento con matices

El rubro Alimentos y bebidas avanzó 2,8% y mostró heterogeneidad: subas en carnes y frutas convivieron con bajas en algunas verduras. En GBA, el asado trepó 13,0% y la manzana 19,2%, mientras el tomate retrocedió 26,5%. El CEPA atribuyó la presión al “incremento del precio de la carne en el mayorista”, con avances de 19,3% y 16,7% en novillo y novillito, y sumó alzas en frutas (+11,4%), verduras (+3,7%), pollo (+5,6%) y cerdo (+3,9%).

Comunicación, Salud, Educación: variaciones con lógica regulatoria

Comunicación se movió 2,7%, con empresas que aplicaron ajustes de hasta 3,0%. Salud marcó 2,4%, con prepagas entre 2,1% y 2,9% y medicamentos que se remarcaron 2,1%. Educación avanzó 2,2%, con cuotas escolares en AMBA entre 2,1% y 2,8%, en un contexto de desregulación de matrículas privadas desde noviembre.

Bienes y servicios varios, recreación y restaurantes: el resto del tablero

Bienes y servicios varios se ubicó en 2,5%, impulsado por higiene personal, mientras Recreación y cultura quedó en 2,4% y Restaurantes y hoteles en 2,5%. El escenario sugiere un consumo que no repunta con fuerza, tal como advierte el CEPA al explicar el rol del “topeo de salarios” y la demanda contenida como anclas de precios.

Mapa regional: dónde pegó másLa variación mensual mostró dispersiones: Patagonia y Cuyo se ubicaron en el extremo superior del rango, con 2,8%, mientras el Noreste cerró en 2,3%. La mayor exposición a tarifas de vivienda y transporte explicó parte del diferencial, con Vivienda en Patagonia trepando 4,7%.

Trayectoria 2025: el zigzag de la desinflación

Con el dato de noviembre, la secuencia mensual construye un arco con piso en mayo (1,5%) y techo el mes pasado (2,5%), tras pasar por junio (1,6%), julio (1,9%), agosto (1,9%), septiembre (2,1%) y octubre (2,3%). El indicador interanual retrocedió de manera sostenida durante el año, pero en noviembre subió a 31,4%. El CEPA subraya el giro: “La inflación interanual incrementó su valor respecto al mes anterior en 0,1 puntos porcentuales”.

Narrativa oficial y señales del mercado

El Gobierno defiende con insistencia la desinflación como eje, pero el rebote de tres meses enciende preguntas. La combinación de tarifas administradas, combustibles, alimentos con shocks específicos y un consumo moderado no evitaron que el índice estuviera por encima de octubre. El CEPA remarcó que “el gobierno mantiene las anclas vinculadas a los costos/demanda: el tipo de cambio y la caída/no recuperación del salario”.

Productos que marcaron el pulso del changuito

Entre los veinte de mayor aumento figuraron asado (+13,0%), nalga (+10,2%), carne picada (+9,5%), cuadril (+9,4%), limón (+30,4%), manzana (+19,2%), papa (+13,5%) y cebolla (+12,9%), mientras tomate cayó 26,5% en GBA. En higiene, algodón (+4,3%) y lavandina (+3,2%) acompañaron.

¿Tendencia o episodio? Las claves para diciembre

Según la consultora LCG, “la inflación minorista se aceleró 0,2 puntos porcentuales contra octubre: 2,5% mensual”, y destacó que la suba se explicó “en gran parte por el incremento de la inflación núcleo: subió 0,4 puntos porcentuales en un mes”. El análisis remarcó que, tras el piso de mayo (1,5%), “la inflación general se aceleró todos los meses” y que la inercia sigue siendo un factor relevante, incluso con actividad estancada, lo que “dificulta la convergencia a niveles más bajos”.

LCG coincide en que los Regulados crecieron por encima del promedio (+2,9%) y que los Estacionales desaceleraron (+0,4%), reforzando la idea de que el componente regulado sigue siendo determinante en la dinámica inflacionaria.

La consultora subrayó que “por tercer mes consecutivo, el rubro con mayor peso relativo en el índice, Alimentos y bebidas, registró una sensible aceleración y aumentó 2,8% mensual en noviembre”, impulsado por carnes, en línea con lo anticipado en su relevamiento previo. En contraste, Indumentaria apenas avanzó 0,5%, “posiblemente explicado por ser uno de los rubros más afectados por la apertura comercial”.

En cuanto al escenario hacia adelante, LCG proyecta que “es difícil que el nivel de inflación converja rápidamente a tasas por debajo del 1% en el corto plazo”, aun con actividad débil y expectativas cambiarias estabilizadas. La consultora advirtió que la inercia persiste y que ajustes de tarifas y desarme de subsidios previstos en el Presupuesto 2026 podrían sumar presión. Para 2026, estimó una inflación anual del 20% medida a diciembre.

Después del piso alcanzado en mayo 2025 (1,5% m/m), la inflación general se aceleró todos los meses. La inflación núcleo encontró este piso en julio y después volvió a niveles en torno al 2%, poniendo en evidencia que la inercia sigue siendo un factor importante que, aun con la actividad estancada, dificulta la convergencia a niveles de inflación más bajos”, detalla LCG.

El CEPA, por su parte, anticipa un mes con alta estacionalidad por consumo festivo y dudas sobre la continuidad del “cuasi congelamiento en regulados”. Señala alzas de prepagas (2,1%–2,5%), posibles ajustes en telecomunicaciones (hasta 3,0%), y presión de cárnicos y frutas/verduras en primeras semanas de diciembre. El tipo de cambio mostró estabilidad relativa. El dilema para la narrativa oficial pasa por si las anclas (salarios y dólar) contendrán el índice en un contexto de tarifas que seguirán en movimiento.