Tras el ingreso del proyecto de ley para modificar las jubilaciones de privilegio de los funcionarios del Poder Judicial y del Servicio Exterior, algo que Alberto Fernández había adelantado en diciembre, el sindicato que agrupa a los miembros del cuerpo diplomático manifestó su disconformidad con la iniciativa del Poder Ejecutivo.
A través de un comunicado, la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación (Apsen) lamentó que el Gobierno no haya consultado a la entidad pese a los "insistentes" pedidos de reuniones al canciller Felipe Solá.
"Intentamos conversar con usted sobre las distintas alternativas que se planteaban con motivo del dictado del Decreto del Poder Ejecutivo que prorrogó el período extraordinario de sesiones del Congreso de la Nación para considerar la modificación del Régimen previsional específico del Servicio Exterior de la Nación (...) Lamentablemente hasta la fecha no hemos sido oídos, a pesar de insistentes reclamos de nuestra parte", señalaron.
Incluso, la Apsen recordó al ex presidente Juan Domingo Perón en su misiva: "Decía que la política es la política internacional, y que lo demás era sólo administración. Por eso abogó porque el Servicio Exterior tuviera características especiales dentro de la Administración Pública, y contara con un régimen previsional adecuado a las peculiaridades y necesidades propias del sector .
En esa línea, el sindicato agregó: "Perón entendía muy bien que los diplomáticos son un cuerpo estratégico dentro del Estado; que no son privilegiados, sino trabajadores sometidos a condiciones laborales atípicas; con estrictas incompatibilidades; y que cuestiones como el desarraigo, la dedicación exclusiva, la posibilidad de ser convocados al servicio activo en cualquier momento y la imposibilidad de trabajo y aportes para sus cónyuges, entre otras, los afectan tanto a ellos como a sus familias a lo largo de toda su vida y ameritan consideraciones especiales".
Los diplomáticos dejaron abierta, sin embargo, la posibilidad de "colaborar" en una eventual modificación del sistema jubilatorio para el sector, aunque sin dejar de lado las "particularidades" de la profesión.
Los regímenes especiales alcanzan en la actualidad a más de 8000 personas que perciben haberes promedio de entre $ 235.000 y $ 335.000 por mes, es decir hasta 17 veces más que la jubilación mínima que hoy es de $ 14.067.
"Señor Canciller, los trabajadores diplomáticos comprendemos muy bien la difícil situación económica por la que atraviesa la Argentina y es por ello que en cada ocasión que se planteó una posible modificación del régimen previsional, nos manifestamos a favor del diálogo y dispuestos a colaborar en la concreción de un sistema jubilatorio más equitativo que respete las particularidades de la carrera. Por eso reiteramos este temperamento y aspiramos a poder transmitirle nuestra posición sobre el proyecto de ley", concluyó el comunicado.
No es la primera vez que la Apsen expresa sus reparos frente a la intención de cambiar el régimen jubilatorio de los diplomáticos. Ya lo había hecho en diciembre, poco después de que Alberto Fernández confirmara que el oficialismo iba a proponer los cambios.
Además, los diplomáticos enfatizaron que, a diferencia del Poder Judicial -el otro afectado- "se encuentran sujetos al Impuesto a las Ganancias.
Según la Ley 22.731, que rige al Servicio Exterior,, los diplomáticos perciben haberes equivalentes al "85% de la remuneración total asignada a la categoría de mayor jerarquía desempeñada". El proyecto del Gobierno quiere reducir el porcentaje al 82% y calcular la jubilación en base al promedio de los salarios de los últimos 10 años (actualmente se toma el último sueldo).
Y dispone finalmente que los funcionarios del Servicio Exterior que sean designados a partir de la entrada en vigencia de la nueva ley "estarán obligatoriamente comprendidos en el Régimen Previsional General por lo cual quedará "derogado el régimen previsional especial instituido por la Ley N° 22.731 .