Con nulo ingreso de animales al mercado de hacienda de Liniers y la paralización de la venta de granos y oleaginosas, tres de las cuatro gremiales agropecuarias arrancaron esta medianoche un paro por 72 horas, en demanda a cambios inmediatos en las políticas públicas para el sector.

Entre el lunes y el martes, los ganaderos se apuraron a enviar animales a Liniers, que recibió en dos días 21.176 cabezas, contra las 10.108 que habían ingresado a esa plaza entre el lunes 2 y el martes 3 de marzo. También en las últimas jornadas se activaron los negocios con granos. Se calcula que se negociaron unas 100.000 toneladas de soja disponible, entre el viernes y ayer.
Sociedad Rural (SRA), Confederaciones Rurales (CRA) y Coninagro motorizan la protesta que, por primera vez en siete años no cuenta con el aval de Federación Agraria (FAA), que prefirió mantener su propio cronograma de asambleas y protestas en procura de la segmentación de retenciones para los pequeños y medianos productores, entre otros reclamos (ver aparte).

El cese comercial arrancó con el primer minuto de este miércoles y se extenderá hasta el último minuto de este viernes. Para esa tercera jornada, además, está previsto que no se comercialice leche (dado que es un producto perecedero, los tamberos no puede frenar la venta por más de 24 horas) y habrá un cierre de la protesta con una asamblea de productores en la provincia de Salta. En tanto, los productores de las economías regionales (como frutas y verduras) dispondrán la modalidad con la que adherirán al paro.

Este mediodía, los presidentes de SRA, Luis Etchevehere; de CRA, Rubén Ferrero; y de Coninagro, Egidio Mailland, darán una conferencia de prensa desde Sociedad Rural para hacer la primera evaluación de la protesta y detallar pasos a seguir.

El cese comercializador coincide con el séptimo aniversario del anuncio de la resolución 125, que fijaba retenciones móviles para la soja, el maíz, el trigo y el girasol, y que desató un conflicto que se extendió durante cuatro meses entre el gobierno de Cristina Fernández y las gremiales rurales, que nunca se superó del todo. La 125 dio inicio además a la mesa de enlace, que con mayor o menor exposición pública se movió en bloque durante estos siete años, hasta esta oportunidad.

El nuevo paro rural se gestó en rechazo a las políticas agropecuarias que el Gobierno lleva adelante y que han provocado una situación crítica para todos los sectores productivos del país. Federación Agraria resolvió priorizar sus reclamos por lograr diferenciación de los pequeños productores, lo que fue cuestionado por el ex presidente federado, y actual dirigente massista, Eduardo Buzzi, quien pronosticó que muchas bases adherirán al paro.

Desde el Gobierno, se tildó al cese comercializador de las entidades agropecuarias como un planteo político. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, rescató el giro en la conducción de FAA, y consideró que Coninagro tiene poco que ver con la mesa de enlace.

Maillard salió al cruce del jefe de ministros. Hemos estado siempre en la mesa de enlace y en absoluto nos iremos, le dijo el dirigente cooperativista a la agencia NA.

El presidente de Coninagro indicó que por la situación crítica de los productores, el cese de comercialización interpreta la voz de protesta de todo el campo argentino, no sólo de la Pampa Húmeda sino también de las economías regionales que la están pasando mal y nadie los escucha.