

El Papa Francisco compartió un mensaje profundo durante su última prédica, donde reflexionó sobre la naturaleza del Reino de Dios y su crecimiento en el mundo. En sus palabras, destacó que "mediante la predicación y la acción de Jesús, el Reino de Dios es anunciado", enfatizando que este Reino "irrumpe en el campo del mundo" y se desarrolla por sí mismo, guiado por la fuerza del Espíritu Santo.
El Santo Padre también abordó la aparente contradicción entre los acontecimientos de la historia y el designio divino. Afirmó que, aunque "a veces la historia parece ir en sentido contrario al designio del Padre celestial", los creyentes están llamados a vivir estos momentos como "temporadas de prueba, de esperanza y de espera vigilante de la cosecha". Esta perspectiva invita a los fieles a mantener la fe en tiempos difíciles.

La prédica del Papa Francisco
Francisco subrayó la importancia de
la fidelidad a Dios
, recordando que "en los momentos de oscuridad y de dificultad nosotros no debemos desmoronarnos".
En lugar de rendirse ante la adversidad, el Papa instó a los cristianos a permanecer firmes en la "presencia que siempre salva" de Dios, un mensaje de aliento y fortaleza para todos. Finalmente, el Papa concluyó su reflexión con una afirmación poderosa: "Recordad esto: Dios siempre salva". Este recordatorio resuena en los corazones de los fieles, instándolos a confiar en la bondad y el poder divino, incluso en los tiempos más inciertos.
La prédica del Papa Francisco continúa inspirando a muchos a vivir con esperanza y fe en el Reino de Dios.

La lectura del Evangelio para este viernes, 31 de enero de 2025
El 31 de enero de 2025, el Papa Francisco eligió una lectura bíblica que resuena profundamente con los temas de amor, compasión y servicio al prójimo. En esta ocasión, se centró en el pasaje del Evangelio de Mateo 25:31-46, donde Jesús habla sobre el juicio final y la importancia de las obras de misericordia.
Este texto destaca cómo las acciones hacia los más necesitados son, en última instancia, acciones hacia Cristo mismo. El Papa enfatizó que "todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis", subrayando la conexión entre el servicio a los demás y la relación con Dios.El mensaje del Papa Francisco en esta lectura también se centró en la urgencia de actuar con amor y generosidad en un mundo que a menudo se siente indiferente al sufrimiento ajeno. Al recordar que "tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber", el Papa instó a los fieles a reflexionar sobre cómo pueden ser agentes de cambio en sus comunidades. La invitación a reconocer a Cristo en los pobres y marginados es un llamado a la acción que resuena con el compromiso del Papa por una Iglesia que se involucra activamente en la lucha contra la pobreza y la injusticia social.Finalmente, el Papa Francisco concluyó su reflexión recordando que el amor y la compasión no son solo actos de caridad, sino una forma de vida que debe ser cultivada en el corazón de cada creyente. Al afirmar que "en verdad os digo que, en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis", el Papa nos recuerda que cada acto de bondad tiene un impacto eterno. Este mensaje es un poderoso recordatorio de que la fe se manifiesta a través de nuestras acciones y que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de ser un reflejo del amor de Dios en el mundo.










