

La página oficial del Vaticano compartió este miércoles la prédica del Papa Francisco, quien reflexionó sobre el verdadero significado de la existencia terrena. El Santo Padre destacó que "la historia humana con sus sufrimientos y sus alegrías tiene que ser vista en un horizonte de eternidad", enfatizando la importancia del encuentro con Jesús. Este encuentro, según el Papa, "ilumina todos los días de nuestra vida".
Francisco también recordó que "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí no tendrá sed jamás". Esta afirmación resalta la Eucaristía como el don más grande que sacia tanto el alma como el cuerpo, ofreciendo significado y esperanza en el camino de la vida.
El Papa subrayó que este "pan de vida" nos ha sido dado con un propósito: "para que podamos a su vez saciar el hambre espiritual y material de nuestros hermanos". A través de nuestro testimonio de fraternidad y solidaridad, se nos invita a hacer presente a Cristo y su amor en el mundo.
Finalmente, el Santo Padre pidió la intercesión de la Virgen Santa, para que nos sostenga en la búsqueda y el seguimiento de su Hijo Jesús, "el pan verdadero, el pan vivo que no se corrompe y dura para la vida eterna".

La lectura del Evangelio para este miércoles, 7 de mayo de 2025
El 7 de mayo de 2025, el Papa Francisco centró su reflexión en la lectura del Evangelio de Juan, donde se destaca la importancia del amor y la unidad entre los creyentes. En este pasaje, Jesús habla sobre la relación íntima que debe existir entre Él y sus seguidores, enfatizando que "como el Padre me ama, así también yo os he amado". Este mensaje resalta la necesidad de vivir en el amor divino y de compartirlo con los demás, lo que es fundamental para la comunidad cristiana.
Además, el Papa Francisco subrayó la llamada a la unidad en la fe, recordando que "todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí y yo en ti". Este versículo invita a los fieles a trabajar juntos, superando divisiones y diferencias, para reflejar la unidad que existe en la Trinidad. La unidad no solo es un ideal, sino un mandato que Jesús dejó a sus discípulos y el Papa instó a los cristianos a vivirlo en sus comunidades.
Finalmente, el Papa concluyó su reflexión recordando que el amor y la unidad son esenciales para la misión de la Iglesia en el mundo. "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos por los otros", citó, enfatizando que el amor es el distintivo de los seguidores de Cristo. Este llamado a la acción es un recordatorio de que la verdadera fe se manifiesta en el amor hacia los demás, lo que debe ser el motor de la vida cristiana.









