En muchas cocinas colombianas, hay secretos que se transmiten de generación en generación. Uno de los más preciados es esa receta de pan casero de la abuela que nunca falla: siempre queda suave, esponjoso y con un sabor que recuerda al hogar. Lo más sorprendente es que solo necesita tres ingredientes básicos que todos tienen en casa.
No se trata de una mezcla complicada ni de técnicas difíciles. Esta receta tradicional fue el tesoro de muchas abuelas que, con paciencia y cariño, lograron que cada pan horneado se convierta en un verdadero abrazo.
Pan esponjoso con solo 3 ingredientes: ¿cómo lograrlo?
El éxito de la receta de la abuela está en su sencillez. Para preparar este pan suave y esponjoso solo necesitas:
Ingredientes
- 500 gramos de harina de trigo todo uso
- 10 gramos de levadura seca (o 25 gramos de levadura fresca)
- 300 ml de agua tibia
Paso a paso de la receta de la abuela
- Activa la levadura: en un tazón pequeño, mezcla la levadura con 100 ml del agua tibia y una pizca de azúcar (opcional, pero ayuda a activar más rápido). Deja reposar por 10 minutos hasta que forme espuma.
- Haz la masa: en un recipiente grande, coloca la harina y haz un hueco en el centro. Agrega la mezcla de levadura y el resto del agua tibia. Mezcla con una cuchara de madera o con las manos hasta que se integre.
- Amasa: pasa la masa a una superficie enharinada y amasa por 10 a 15 minutos hasta que esté suave y elástica. Si está muy pegajosa, añade un poco más de harina.
- Primer reposo: coloca la masa en un recipiente ligeramente engrasado, cúbrela con un paño limpio y deja reposar por una hora, o hasta que duplique su tamaño.
- Forma el pan: una vez fermentada, desgasifica la masa suavemente (saca el aire) y forma un pan alargado o redondo. Puedes ponerlo en un molde o directamente en una bandeja para hornear.
- Segundo reposo: deja reposar el pan ya formado durante 30 minutos más, cubierto con el paño.
- Hornea: precalienta el horno a 200°C. Hornea durante 25 a 30 minutos o hasta que la corteza esté dorada y al golpear la base suene hueco.
- Deja enfriar: sácalo del horno y deja enfriar sobre una rejilla. Si quieres conservar la humedad, cúbrelo con un paño mientras enfría.
Este pan queda suave, con una miga aireada y una corteza ligera. Perfecto para acompañar el desayuno, una oncesita con chocolate caliente o una cena sencilla.
Así de simple. Sin necesidad de huevos, leche o mantequilla, esta fórmula logra un resultado que sorprende por su textura y sabor. La clave está en las proporciones y en el tiempo de fermentación, que permite que la masa crezca y se llene de aire, dando como resultado un pan ligero y delicioso.
Este método, muy común en los hogares colombianos de antaño, es ideal para quienes buscan una opción casera, económica y efectiva para hacer pan en casa sin complicaciones.
¿Qué es lo que le da suavidad al pan?
La suavidad del pan no depende de una larga lista de ingredientes, sino de cómo se manejan los que se usan. En esta receta, el secreto está en el tiempo de reposo y en cómo se amasa la mezcla.
Permitir que la levadura actúe con calma y fermente correctamente es lo que genera esa miga tierna que tanto se busca. Además, al amasar bien la masa, se desarrollan los glútenes necesarios para darle estructura y elasticidad al pan.
Otra recomendación clave es utilizar agua tibia para activar la levadura sin matarla. Este pequeño detalle marca la diferencia en el resultado final.
¿Cómo mantener el pan suave y esponjoso?
Una vez horneado, lo ideal es guardar el pan en una bolsa plástica bien sellada o en un recipiente hermético, lejos de la humedad y el aire. Esto evita que se seque rápidamente.
Si deseas conservarlo por más tiempo, puedes congelarlo una vez esté completamente frío. Al recalentarlo en horno o sartén, recuperará su textura esponjosa.
Un truco tradicional es colocar un paño limpio sobre el pan recién salido del horno para que conserve su humedad natural mientras se enfría.