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Cundinamarca es hogar de uno de los pueblos coloniales más encantadores de Colombia, ubicado a tan solo una hora de Bogotá. Con calles empedradas, casas blancas y una arquitectura que remonta a la época colonial, este destino se ha convertido en un plan imperdible para quienes buscan un escape cercano a la capital.

Sus paisajes naturales, combinados con la tranquilidaddelpueblo, ofrecen un escenario ideal para disfrutar en pareja, con familia o amigos.

Además de su belleza arquitectónica, el lugar cuenta con atractivos turísticos que incluyen miradores, senderos y espacios culturales donde los visitantes pueden aprender sobre la historia de la región. La combinación de naturaleza, cultura y gastronomía convierte a este pueblo en un destino que enamora a quienes lo visitan.

Guatavita: cómo llegar al pueblo colonial desde Bogotá

El pueblo colonial se encuentra a aproximadamente 53 kilómetros de Bogotá, lo que permite un traslado de cerca de una hora en vehículo particular. La ruta más común es tomar la autopista norte hasta Zipaquirá y luego seguir las señales hacia Guatavita, pasando por paisajes de montaña que anticipan la belleza del destino.

También es posible llegar mediante transportepúblico desde Bogotá, con buses directos que salen desde el norte de la ciudad y permiten disfrutar del camino sin preocuparse por la conducción. Esta facilidad de acceso hace que el lugar sea una opción perfecta para escapadas de fin de semana o paseos de un día.

Qué hacer y qué ver en el pueblo colonial de Cundinamarca

Guatavita, el pueblo colonial más destacado de Cundinamarca, ofrece a los visitantes una experiencia completa. Las calles empedradas invitan a recorrerlas con calma, admirando casas de fachadas blancas y balcones de madera. Entre sus principales atractivos se encuentra la Laguna de Guatavita, famosa por su relación con la leyenda de El Dorado, así como el embalse Tominé, que ofrece actividades de recreación y deportes acuáticos.

Los visitantes también pueden disfrutar de la gastronomía local, con restaurantes que sirven platos típicos de la región, y participar en recorridos culturales que muestran la historia y tradiciones del lugar. Cada rincón del pueblo está pensado para brindar una experiencia auténtica, combinando historia, naturaleza y tranquilidad en un solo destino.