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En una sociedad cada vez más acelerada, no es sorpresa que un 44,7% de niños y niñas en Colombia sufran afectaciones en su salud mental, de acuerdo con las últimas estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Entre ellas, una de las emociones más mencionadas es la ansiedad.

Uno de los factores fundamentales para evitar que esa afectación se convierta en un trastorno es prestarle más atención a los métodos de crianza y la dinámica familiar. Por ese motivo, dos terapeutas compartieron las preocupaciones principales de un chico que no se pueden ignorar.

Identificar esos detonantes que generan inquietud o angustia en un niño es el paso principal para promover una salud mental positiva.

¿Cuáles son las preocupaciones principales de un niño?

De acuerdo a Ashley Graber y María Evans, dos psicoterapeutas de los EE.UU. que colaboran con CNBC Make It, los padres se suelen sentir abrumados y perdidos cuando sus hijos experimentan una preocupación persistente que no pueden reconocer.

En sus años de experiencia, ambas profesionales lograron identificar seis cosas comunes que suelen agobiarlos:

  • Dinámica social: cuando crecen, los niños prestan mucha más atención a las opiniones de sus amigos y su círculo social, un factor que los agobia por querer pertenecer.
  • Redes sociales: además de generarles ansiedad, utilizar las plataformas en línea sin supervisión puede afectar negativamente su autoestima.
  • Grandes cambios en su vida: aunque el cambio sea bueno, igual pueden sentir que pierden algo en el camino.
  • Una agenda apretada: demasiadas actividades en un día pueden generar estrés en los chicos, especialmente cuando no se deja espacio para el ocio.
  • La inconsistencia: los cambios a última hora en su rutina pueden ponerlos nerviosos, lo mismo con las reglas que van cambiando de un momento al otro.
  • El trauma: incluso los pequeños incidentes pueden quebrantar la sensación de seguridad de un menor.

¿Cuáles son los síntomas de ansiedad?

En los niños, la ansiedad no se manifiesta de la misma manera que lo hace con adultos. Con el objetivo de ayudar a los padres a reconocer uno de esos ataques, el Hospital Internacional de Colombia (HIC) compartió los síntomas que se suelen presentar.

En general, la emoción se expresa con miedo excesivo, incluso antes situaciones cotidianas, irritabilidad, inquietud, llanto frecuente, síntomas físicos como dolores de cabeza o mareos, fatiga y dificultad para conciliar el sueño. El rendimiento académico también puede verse comprometido.

Repercusiones negativas en los niños

Los trastornos de ansiedad no solo limitan al niño en ese tiempo, pueden tener repercusiones más complejas en el largo y el corto plazo.

Si no se aborda, la institución informó que esos trastornos pueden traer otros problemas de salud mental a largo plazo, como la depresión. A corto plazo, puede afectar su bienestar emocional, las relaciones con amigos y familiar, y sus notas en la escuela.