- Comerciantes se enfrentan al efecto Temu
- Precios bajos y entregas a domicilio: las claves del éxito de Temu en Colombia
- Fenalco alerta sobre competencia desleal del comercio digital
- El comercio tradicional apuesta por la calidad y la identidad
- Digitalización: la estrategia para mantenerse a flote
- Temu en Colombia: ¿una amenaza o una oportunidad?
La llegada de Temu a Colombia ha generado un fuerte impacto en el comercio interno, especialmente en los centros tradicionales de venta al por mayor como San Victorino, en el centro de Bogotá. Estas aplicaciones representan un problema para el comercio tradicional porque rompen las reglas del juego, ofreciendo precios muy bajos, sin cargas fiscales y con una experiencia de compra digitalizada, frente a comerciantes locales que sí cumplen con todas las obligaciones y dependen del flujo físico de compradores.
Temu, la plataforma de compras en línea de origen chino, se ha posicionado rápidamente entre los consumidores colombianos gracias a sus precios bajos y el servicio de entrega a domicilio, poniendo a prueba la resiliencia del comercio local.
Comerciantes se enfrentan al efecto Temu
Aunque muchos comerciantes no consideran que Temu sea una competencia directa, reconocen que ha habido un cambio en la dinámica del mercado. La facilidad de comprar desde casa ha atraído a un amplio sector del público que antes frecuentaba el centro de Bogotá para buscar precios bajos en ropa, accesorios y artículos del hogar.
Precios bajos y entregas a domicilio: las claves del éxito de Temu en Colombia
Una revisión de los productos más comprados por colombianos en Temu revela que artículos como pijamas, leggins y ropa interior femenina tienen precios muy competitivos.
Por ejemplo, un set de cuatro brasieres sin aros se consigue por $31.182 COP, mientras que un conjunto de tres leggins cuesta $37.879 COP. Estas cifras son comparables a las de locales de la capital colombiana, pero la ventaja logística y digital ha inclinado la balanza hacia el comercio en línea.
Fenalco alerta sobre competencia desleal del comercio digital
Desde el gremio del comercio organizado, las alertas están encendidas. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, ha calificado la presencia de Temu y otras plataformas como Shein como una "competencia desleal". Asegura que muchos de los productos entran al país sin pagar impuestos ni aranceles, lo cual pone en desventaja al comercio legalmente constituido en Colombia.
"Esto afecta directamente a los pequeños comerciantes que sí cumplen con sus obligaciones fiscales. Es una competencia desigual que pone en riesgo el empleo formal y la economía nacional", aseguró Cabal.
El comercio tradicional apuesta por la calidad y la identidad
Pese a las dificultades, los comerciantes de Bogotá insisten en que su mayor fortaleza está en el valor del producto nacional. Las prendas elaboradas localmente tienen estándares de calidad superiores y ofrecen una identidad que el consumidor no encuentra en las plataformas internacionales.
Además, aseguran que el modelo de negocio de San Victorino, por ejemplo, aporta a la economía formal, genera empleo y dinamiza la industria textil nacional, una de las más importantes del país.
Digitalización: la estrategia para mantenerse a flote
Ante el crecimiento del comercio electrónico en Colombia, los empresarios del comercio tradicional han entendido que deben adaptarse. Algunos locales han empezado a vender a través de WhatsApp, Instagram y marketplaces locales. Otros ofrecen entregas a domicilio o pickup para facilitar el proceso de compra.
Temu en Colombia: ¿una amenaza o una oportunidad?
El debate continúa abierto. Para algunos, Temu representa una amenaza directa a la industria nacional; para otros, una oportunidad para modernizar el comercio tradicional y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. Lo cierto es que su llegada ha generado un antes y un después en el comercio interno colombiano.
Temu -y otras aplicaciones de venta online como Shein, AliExpress o Amazon- representan un problema para las formas tradicionales de comercio por varias razones estructurales y estratégicas:
1. Competencia desleal por evasión de impuestos
Uno de los reclamos más frecuentes del comercio organizado es que muchas de estas plataformas envían productos al país sin pagar aranceles ni IVA, especialmente cuando los pedidos son de bajo valor. Esto genera una desventaja competitiva directa frente a los comerciantes formales que sí deben cumplir con cargas tributarias, alquileres, seguridad social, y otros costos fijos.
2. Precios extremadamente bajos por producción masiva
Estas plataformas suelen tener alianzas con fábricas en Asia con costos de producción mucho más bajos, lo que les permite ofrecer productos a precios muy por debajo del mercado local. Esto no solo presiona a los comerciantes tradicionales, sino también a los fabricantes nacionales que no pueden competir en esos rangos de precios.
3. Cambio en los hábitos de consumo
El comportamiento del consumidor ha cambiado drásticamente con el auge del comercio digital. Hoy, muchos prefieren comprar desde casa, comparar precios en línea y recibir el producto en la puerta. Esto reduce el tráfico en tiendas físicas y centros comerciales tradicionales como San Victorino o el Gran San, afectando directamente las ventas.
4. Publicidad masiva y marketing digital
Plataformas como Temu invierten fuertemente en publicidad digital, segmentación de audiencias, influencers y promociones personalizadas. La mayoría del comercio tradicional no tiene ni los recursos ni el conocimiento para competir en ese mismo nivel, lo que crea una brecha tecnológica considerable.
5. Falta de regulación actualizada
La legislación nacional muchas veces no está actualizada para enfrentar el comercio global digital. Esto deja lagunas legales que permiten a estas plataformas operar con ventajas, sin la supervisión que tienen los negocios locales, ni las mismas obligaciones fiscales, laborales o ambientales.
6. Desplazamiento de la producción nacional
Al incentivar el consumo de productos importados, especialmente en moda y tecnología, estas aplicaciones están desplazando a la industria nacional, debilitando la cadena de valor local (desde la confección hasta la comercialización) y generando riesgos para el empleo formal en sectores clave como el textil y el calzado.
7. Logística global eficiente vs. informalidad local
Con sistemas logísticos internacionales muy avanzados, Temu y similares ofrecen envíos baratos o gratuitos, incluso desde China. Esto pone en aprietos a los comerciantes locales que, al no tener una estructura logística propia, no pueden igualar esa experiencia de compra.
8. Debilitamiento de la economía popular
Centros como San Victorino, El Gran San o Visto no solo son lugares de comercio, sino también polos de economía popular, donde se generan empleos directos e indirectos. Cuando los consumidores migran al e-commerce internacional, se pierde una parte importante de esa actividad económica local.