El oro es uno de los metales preciosos más valorados del planeta, no solo por su uso en joyería y como reserva de riqueza, sino también por su importancia en sectores como la electrónica, la medicina, la odontología y la exploración espacial. Su alta conductividad eléctrica, resistencia a la corrosión y biocompatibilidad lo convierten en un material clave para la tecnología y la industria moderna.
En Sudáfrica, en la provincia de Gauteng, cerca de Johannesburgo, se encuentra el yacimiento de oro más grande y antiguo conocido hasta ahora.
Este hallazgo, descubierto en 1886 por el buscador australiano George Harrison, se extiende a lo largo de más de 100 kilómetros y concentra una cantidad excepcional de oro que ha captado la atención de geólogos, economistas y gobiernos de todo el mundo.
Witwatersrand: la montaña de oro que transformó Sudáfrica
La región es conocida como la montaña de oro de Witwatersrand y su formación geológica se remonta a hace más de 2.700 millones de años. Los geólogos aseguran que, en esa época, ríos antiguos depositaron sedimentos cargados de partículas de oro que quedaron atrapadas en conglomerados de cuarzo, creando así una concentración sin precedentes del metal precioso.
El yacimiento de oro más productivo de la historia
Estudios del Servicio Geológico de Estados Unidos y de publicaciones científicas de geología económica revelan que de esta región africana proviene más del 40 % del oro que la humanidad ha extraído a lo largo de su historia registrada.
Desde su descubrimiento, Witwatersrand no solo ha transformado la economía sudafricana, sino que también ha marcado el rumbo de la minería global al atraer inversores y empresas de todo el mundo.
Un laboratorio natural para entender la historia del oro
Para los expertos, Witwatersrand no solo es importante por su riqueza material, sino también porque ayuda a comprender la historia geológica del planeta. Sus formaciones rocosas, su antigüedad y la excepcional concentración de oro convierten a esta región en un referente para la ciencia y en un punto clave para entender cómo se formaron los grandes depósitos minerales en la Tierra.