Elon Musk, el hombre más rico del mundo con un patrimonio actual de $424.1 mil millones, logró construir su imperio con un enfoque estratégico para los negocios. Su fortuna se fue consolidando a través de innovadoras empresas como Tesla y SpaceX, aunque su impulso para tomar riesgos proviene de una condición que mantuvo oculta por mucho tiempo.
En mayo de 2021, durante su monólogo para el programa humorístico Saturday Night Live, el empresario reveló por primera vez que tiene el síndrome de Asperger, actualmente incluido dentro de los trastornos del espectro autista por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Elon Musk fue diagnosticado con Asperger en su infancia
Lejos de limitarlo, Musk declaró en su sketch que ese diagnóstico lo ayudó a comprender mejor su mente y utilizarlo a su favor. En los primeros minutos de apertura también se jactó de ser la primera persona con ese síndrome invitada al programa, o al menos "la primera en admitirlo".
"Miren, sé que a veces digo o posteo cosas extrañas en internet, pero así es simplemente cómo funciona mi cerebro. A quien se haya sentido ofendido, solo quiero decirle que reinventé los automóviles eléctricos y estoy enviando gente a Marte en un cohete, ¿pensaban que iba a ser un tipo normal y relajado?", manifestó el magnate.
Posteriormente, cuando se sentó a conversar con Chris Anderson, director de las charlas TED, retomó el tema de su síndrome, presente desde su infancia. En su experiencia, utilizó el Asperger para potenciar su éxito y descubrió cómo trabajar con su cerebro.
Síndrome de Asperger: características del trastorno
De acuerdo a un informe de la Confederación de Autismo en España, el síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo que forma parte del espectro autista, presentando dificultades en la comunicación social y patrones de comportamiento repetitivos o restringidos.
Sin embargo, se diferencia de otros trastornos del espectro porque las personas con esa condición no presentan retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje ni la inteligencia.
En general, algunas de las características que suelen estar presentes son:
- Una forma de pensar rígida y concreta.
- Fidelidad a la misma rutina.
- Dificultades en reconocer y comprender las reglas sociales "no escritas".
- Problemas en saber cuándo terminar la conversación o entender el lenguaje no verbal.