

En Colombia, la muerte de ValeriaAfanador, de 10 años, hallada sin vida en Cajicá tras 18 días desaparecida, continúa generando conmoción y exige respuestas de las autoridades. Mientras avanzan las investigaciones para esclarecer las circunstancias del caso, nuevos datos han salido a la luz sobre el respaldo que tenía el colegio donde estudiaba la menor.
El abogado del Gimnasio Campestre Los Laureles, Francisco Bernate, reveló que la institución contaba con una póliza "bastante generosa" que cubría a los estudiantes frente a accidentes graves e incluso fallecimientos.
Este seguro, conocido por los padres de familia y renovado este año, es ahora uno de los aspectos más comentados dentro del proceso que busca esclarecer responsabilidades y dar tranquilidad a las familias.
La póliza del colegio que cubre lesiones graves y muerte estudiantil
El abogado del Gimnasio Campestre Los Laureles, Francisco Bernate, reveló que la institución cuenta con una póliza generosa, renovada este año, que ampara a sus alumnos ante accidentes o situaciones graves, incluida la muerte. Aunque no reveló el monto específico, aseguró que supera los nueve ceros y resulta una cifra considerable, mucho más allá de 100 millones de pesos. La cobertura fue comunicada a padres y comunidad educativa como una medida de tranquilidad ante cualquier eventualidad.

Este tipo de seguros no es inusual en Colombia: instituciones educativas, tanto públicas como privadas, suelen suscribir pólizas que incluyen cobertura en caso de muerte, incapacidad o accidentes escolares.
¿Qué implica activar la póliza tras la muerte de una estudiante?
La activación de esta póliza implica que, en caso de establecerse responsabilidad del colegio o de terceros, las aseguradoras deben responder con una reparación económica. En este caso, el colegio sostuvo que si se determina responsabilidad institucional o de autoridades, corresponderá brindar una compensación adecuada.

La cobertura, además de su impacto económico, refleja un respaldo formal ante situaciones tan sensibles como la que enfrenta la comunidad educativa. El seguro cubre casos previstos como fricciones, lesiones y hasta muerte accidental, lo cual permite una respuesta oportuna y justicia para la familia afectada.













