

La aparición de una franja alargada en imágenes satelitales encendió alarmas en centros de observación. Aunque la información sigue en análisis, los registros confirman que se trata de una masa extensa de sargazo que flota a lo largo del océano.
El fenómeno se detectó en el Océano Atlántico y muestra continuidad inusual que parece unir sectores cercanos a América y África. Los informes mencionan que la extensión del sargazo supera las dimensiones registradas en años anteriores y plantea un reto internacional.
La franja de sargazo: así se formó y por qué preocupa a los científicos
De acuerdo con el documento, la acumulación se debe a corrientes marinas y al aporte de nutrientes desde ríos de gran caudal, como el Amazonas y el Orinoco. Estas condiciones favorecen la proliferación del sargazo y explican la magnitud del cinturón observado.

Los especialistas señalan que la masa vegetal no es estática, sino que se desplaza con las corrientes y vientos. Aunque visualmente da la impresión de conectar continentes, se trata de una franja móvil que cambia de forma y posición en cuestión de días.
Consecuencias inmediatas en las costas: turismo y pesca en riesgo
El documento advierte que la llegada de estas toneladas de sargazo a las playas puede afectar la pesca artesanal y el turismo. En regiones donde ya se reportan arribazones, comunidades locales enfrentan pérdidas económicas por la acumulación en la costa.
Además, la descomposición del sargazo genera compuestos que alteran la calidad del agua y dañan los ecosistemas marinos. Tortugas, peces y corales resultan particularmente vulnerables al bloqueo de la luz y a la reducción de oxígeno.
Respuesta internacional: medidas urgentes y próximos pasos
Los expertos piden reforzar la vigilancia satelital y coordinar operativos de limpieza en las zonas costeras más afectadas. Se insiste en que los países del Caribe y del Atlántico occidental deben compartir información para actuar de manera conjunta.

Al mismo tiempo, el informe propone destinar fondos a proyectos de aprovechamiento del sargazo como biofertilizante o fuente de energía. La investigación seguirá en marcha para medir el impacto real y anticipar la evolución de esta franja oceánica en los próximos meses.











