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La senadora colombiana Paloma Valencia anunció la suspensión indefinida de su precandidatura presidencial en protesta por el atentado que dejó en estado crítico a su compañero de partido Miguel Uribe Turbay. La decisión busca visibilizar el clima de violencia que rodea la actividad política en el país.

Valencia hizo un llamado a que los demás aspirantes del Centro Democrático también pausen sus campañas, hasta que se establezcan condiciones reales para ejercer la política sin arriesgar la vida.

El caso de Miguel Uribe ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los líderes políticos de cara a las elecciones de 2026.

Preocupación por la seguridad política en Colombia

Paloma Valencia declaró que su decisión no se limita a una reacción emocional, sino que representa una denuncia política frente a la violencia que afecta a los dirigentes del país. Aseguró que Colombia no puede continuar en campaña como si nada hubiera ocurrido, tras el atentado a Miguel Uribe.

El episodio, que dejó al senador herido de gravedad, revivió temores de épocas pasadas marcadas por la violencia política. Según Valencia, se trata de un ataque directo a la democracia, por lo que urge un debate nacional sobre las garantías mínimas para ejercer el liderazgo político.

El Centro Democrático frente a un nuevo desafío

El atentado a Miguel Uribe Turbay, uno de los principales precandidatos presidenciales de la derecha colombiana, ha generado conmoción dentro del Centro Democrático. El senador recibió tres disparos durante un evento en Bogotá y permanece internado en estado crítico.

En este contexto, Paloma Valencia pidió a su partido una respuesta unificada que incluya la suspensión de todas las campañas internas. Según la senadora, el país no puede permitir que el miedo defina la política ni que el atentado quede como un hecho aislado sin consecuencias institucionales.