El dibujante Francisco Solano López, que ilustró la mítica historieta ‘El Eternauta‘, creada por Héctor Germán Oesterheld, falleció esta madrugada luego de una hemorragia cerebral de la que no se pudo recuperar.

Por decisión de su familia, sus restos no serán velados, su cuerpo será cremado y quedará en una boveda de la familia en Recoleta.

La imagen del Eternauta, Juan Salvo, esbozada con el trazo firme de Solano López, perdura en la memoria de generaciones de argentinos, como prototipo de un héroe nacional, de alguien que traspasó el simple dibujito para convertirse en un símbolo.

Nacido en Buenos Aires en 1928, Solano López -tataranieto del mariscal paraguayo del mismo nombre- comenzó a publicar profesionalmente desde 1953, cuando ingresó a la editorial Columba, luego de lo cual pasó a la editorial Abril, donde conoció a Oesterheld.

La dupla con el guionista se inició en 1955 en la serie Bull Rocket de la revista Misterix y luego Solano integró el staff de la editorial Frontera de Oesterheld: ambos pusieron a caminar los personajes de Rolo el Marciano Adoptivo, Amapola Negra, Joe Zonda, Rul de la Luna y el Eternauta, el personaje más emblemático de la historieta argentina.

¿Cómo nace el Eternauta?, le preguntaron a Solano en una entrevista: “Estaba esa moda de los invasores y a Oesterheld le gustaba mucho la ciencia ficción. Ya habíamos hecho con él a Rolo, un marciano adoptado y cuando puso su editorial tenía ganas de hacer una historieta en ese género con héroes argentinos. Que al mismo tiempo fuera ciencia ficción y realista”.

La serie se comenzó a publicar en Hora Cero semanal el 4 de septiembre de 1957 y se extendió hasta el número 106. Dos años después, fue reeditada en numerosas ocasiones e incluso Oesterheld la recreó más adelante con Alberto Breccia.

Al término de esta saga, Solano comienza a colaborar con la editorial inglesa Fleetway, se radica en Europa entre 1963 y 1968 (donde surgen entre otros personajes, Galaxus, Kelly Ojo Mágico, Adam Eterno y el Profesor Kraken) y deja por un tiempo de dibujar en las revistas nacionales.

Regresa al país para publicar en Columba y en 1976, acepta la propuesta de Ediciones Record para reunirse con Oesterheld y crear una segunda parte de El Eternauta, publicada en la revista Skorpio, al tiempo que inicia junto a Ricardo Barreiro la saga de Slot Barr.

En esos días Oesterheld era militante de los Montoneros, y trasladó sus ideas a la historieta. “Por eso -contó el dibujante- la segunda parte fue una especie de metáfora de la lucha de los invasores extraterrestes. Juan Salvo va al futuro y los que se quedan siguen luchando contra los invasores, los extraterrestres, el equivalente de los montoneros luchando contra los invasores”.

En un clima ominoso que se ha cernido sobre Buenos Aires se produce la desaparición de Oesterheld durante la dictadura militar, mientras que Solano emigra a España en 1977, termina Slot Barr y crea junto a su hijo Gabriel la saga de Ana y las Historias Tristes.

En 1980 dibuja la serie bélica guila Negra, con guión de Ray Collins, para Nippur Magnum de Columba; y en Superhumor publica Calle Corrientes con guión de Guillermo Saccomano. También creó con Carlos Sampayo a Evaristo, una versión en historieta del entonces célebre comisario Evaristo Meneses, ubicada en la Buenos Aires de los años 50, aparecida en la revista Fierro.

Desde Río de Janeiro, en 1984, Solano colabora con editoriales estadounidense y prosigue trabajando con Barreiro. Surgen en esa época Ministerio, El Instituto y El Televisor, entre otras historietas. Además dibuja a protagonistas del cómic erótico, editado por Fantagrapics, la editorial más importante del género.

En 2007, con motivo de cumplirse 50 años de la primera publicación de El Eternauta, el dibujante presentó una historieta alternativa del Eternauta con guión de Juan Sasturain en los actos organizados por la Biblioteca Nacional.