Al próximo presidente le vamos a pedir que baje las retenciones al agro

Alejandro Stengel es CEO de Los Grobo Agropecuaria desde 2007 y director externo del Grupo Supervielle. Es Ingeniero Industrial por la UBA, trabajó para Citibank, el Banco Santander y fue elegido, posteriormente, socio de la consultora Booz Allen Hamilton. Está casado y tiene tres hijos

Alejandro Stengel desembarcó en el Grupo Los Grobo en 2007, con el objetivo de ampliar la cartera de negocios. Y hasta ahora, la empresa originaria de Carlos Casares (Buenos Aires), cuyo líder, Gustavo Grobocopatel, es conocido como el rey de la soja, no dejó de crecer en todas sus operaciones, que incluyen la producción agrícola, la comercialización y distribución de insumos y la molienda de trigo en Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina. Proyecta facturar u$s 1100 millones durante este año fiscal, y casi la mitad de ese ingreso se habrá generado en la Argentina. La última inversión anunciada por la empresa que cultivó el año pasado 260.000 hectáreas en cuatro países fue en el sector de alimentos elaborados: montará una planta para fabricar pastas en Chivilcoy. Pese al Gobierno que tanto critican los productores, así está Los Grobo hoy.
Hay un fenómeno que trasciende las administraciones. Lo que esta traccionando el crecimiento fundamentalmente son los mercados internacionales y la privilegiada posición que tiene la Argentina, explica Stengel. Claramente, desde 2005 se profundizó la tendencia iniciada a principios de la década, y los países emergentes empezaron a ser claros demandantes de los productos de la región.
¿En el futuro van a crecer más en Brasil que en la Argentina?
Brasil genera grandes oportunidades. Tiene una gran reserva de tierras que pueden incorporarse a la producción sin alterar el equilibrio medioambiental, puede mejorar sus rendimientos con mejores prácticas agrícolas y, fundamentalmente, tiene una política y una estrategia de apoyo a los productores de alimentos que logró ubicarlo como líder en sectores donde antes tenía una posición relevante, pero no de liderazgo. Un ejemplo es el mercado de la carne.
¿En Brasil compiten en igualdad con las empresas locales?
En Brasil tenemos socios brasileños y, además, hay socios brasileños que tienen participación a nivel del grupo. Somos una empresa del Mercosur, con socios argentinos, uruguayos, brasileños... Y nos entusiasma que vemos que hay una continuidad en Brasil que se sostiene y va más allá de los cambios de gobierno.
¿Le temen, en la Argentina, a este año electoral?
El hecho de que los accionistas controlantes sean una familia que se dedica a este negocio desde hace más de 100 años le permite al grupo encarar la coyuntura con mirada de largo plazo. Las inversiones no se detienen ni cambian en función de esa coyuntura. Además, en este año estamos viendo un apoyo sistemático de todos los políticos que van a formar parte de un potencial nuevo gobierno en la Argentina. Vemos el reconocimiento de que el agro es un gran aportante a la economía nacional.
Pero desde el gobierno están señalados como uno de los mayores evasores. Ahora las cerealeras están en el banquillo de acusados...
El campo no tiene una predisposición particular en este sentido. Al contrario, por su actividad, tiene una facilidad de control mayor que otras actividades. El Estado controla y, en el caso de las cerealeras, tienen mecanismos internos absolutamente rigurosos porque cotizan públicamente y están sometidas a regímenes de control internacionales. No pueden permitirse esquemas de triangulación o defraudación sistemática.
¿Y quién ejerce el control sobre las condiciones laborales?
El Estado controla a las empresas grandes muy de cerca y, a través de ellas, a las más chicas porque el control se extiende a los proveedores.
Pero el trabajo esclavo existe...
No es una situación generalizada y donde persiste trabajamos para erradicar situaciones de precariedad o que estén al margen de la ley.
¿Van a pedirle una baja de las retenciones al próximo presidente?
Al próximo presidente le vamos a pedir una baja de retenciones pero al mismo tiempo, nuestro sector ya tiene propuestas para poder financiar ese recorte. Somos conscientes de que el aporte del campo es fundamental para las cuentas del país, pero queremos que esas retenciones se reduzcan y creemos que es el mejor camino para aumentar la producción para que ese efecto de reducción inicial se vea más que compensado.

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