

La presidenta Dilma Rousseff aceptó ayer la renuncia de Graça Foster al comando de Petrobras y de cinco directores de la empresa, y puso al ministro de Economía, Joaquim Levy, a buscar un sucesor lo más desvinculado de la política posible y amigo del mercado, que sea capaz de apaciguar los coletazos de la crisis por la investigación de corrupción en curso.
En la bolsa de apuestas, cotiza alto el ex presidente del Banco Central (BC) durante los ocho años de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y ex titular del Bank of Boston, Henrique Meirelles, según la prensa local.
Petrobras informó la salida de su cúpula en una nota al mercado, en la que señaló que el consejo de Administración se reunirá el viernes para elegir al nuevo directorio, una tarea difícil debido a los graves problemas que atraviesa la empresa, que tiene al Estado brasileño como accionista mayoritario y negocia acciones en las bolsas de San Pablo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires.
Petrobras perdió 58% de su valor de mercado desde octubre por la desconfianza que generó su manejo en medio de las revelaciones del esquema de corrupción, que permitió el desvío de millonarios recursos pagados en sobornos por contratistas a la caja del Partido de los Trabajadores (PT) y otros aliados del gobierno, de acuerdo a las investigaciones. Además, la petrolera informó que había estimado un sobrecosto de u$s 34.000 en parte de sus activos, sin precisar cuánto de este monto correspondía a pérdidas por corrupción, lo que enfureció al gobierno por el alto grado de imprecisiones.
Acorralada por las denuncias y las presiones internas, Dilma decidió finalmente soltarle la mano a su amiga Foster, que había llegado al comando de la empresa hace tres años con la misión de administrar la explotación de los gigantescos yacimientos submarinos del presal.
Otros candidatos en danza son Rodolfo Landim, que hizo carrera en Petrobras hasta su salida en 2006 para trabajar en el sector privado y que hoy se desempeña en Ouro Preto Petróleo y Gas; el ex ejecutivo de Perdigao, Nildemar Secches; Roger Agnelli, que presidió Vale, la mayor productora mundial de hierro, y el actual titular de esa firma, Murilo Ferreira. El diario Valor colocó en la nómina también a la ex secretaria de Economía del municipio de Rio, Eduarda La Rocque, cercana a Levy.
Pero el cambio de comando en la estatal no llevó calma a la oposición, que presentó oficialmente un pedido para instalar una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) en la Cámara de Diputados para que ahonde en las denuncias sobre corrupción. Los legisladores consiguieron más de las firmas que necesitaban para abrir la CPI, con el apoyo de representantes del oficialismo.
La oposición pretende crear una comisión con amplios poderes para convocar a testigos y aprobar la suspensión del secreto bancario, fiscal y telefónico de los acusados. Y buscará el respaldo del recién elegido presidente de Diputados, Eduardo Cunha, que a pesar de integrar el PMDB, aliado de Dilma, está enfrentado con la mandataria.
Tras la caída de 15% del martes de las acciones de la petrolera en la Bolsa de San Pablo, los papeles frenaron su alza a poco más de 1% con la confirmación del recambio.









