El giro exterior de Macri y el comando de las Naciones Unidas en el discurso de la Canciller

Los datos están a la vista. Una lectura atenta de la entrevista que la canciller, Susana Malcorra, concedió al influyente diario británico Financial Times (y que hoy publica El Cronista) permite vislumbrar los ejes de dos estrategias que atraviesan al nuevo gobierno. La primera es la profundización del giro de la política exterior que el presidente Mauricio Macri le está imprimiendo a la Argentina.

El regreso al mundo; el abandono de la confrontación permanente; el replanteo del Mercosur; la conexión con la Alianza del Pacífico; la búsqueda de los puntos de interés comun con los países desarrollados y los gestos amistosos hacia las potencias emergentes como China y Rusia. En esa línea, es lógico que la ministra ubique a la cuestión Malvinas como un punto de fricción que tendrá menos protagonismo en el vínculo de alta complejidad con Gran Bretaña.

Pero además de los cambios que trae la era Macri, también recorre discretamente el discurso de la canciller la posibilidad cierta de su candidatura a la Secretaría General de las Naciones Unidas. Malcorra necesita, para avanzar en ese rumbo, superar el veto de los países del Consejo de Seguridad: EE.UU., Francia, Rusia, China y, precisamente, Gran Bretaña. Un cruce agresivo con los británicos la dejaría sin chances y es por éso que la funcionaria acercó posiciones en su reciente viaje a Londres.

Malcorra llegó a canciller después de desempeñarse como jefa de gabinete del actual Secretario General, Ban Ki Moon, justamente el hombre al que podría reemplazar. ¿Y quién será su sucesor o su sucesora si su postulación tiene éxito? Es temprano para semejante especulación pero los nombres del senador Federico Pinedo, el del secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo y, sobre todo, el del senador Ernesto Sanz han comenzado a correr en los pasillos siempre ansiosos del poder.

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