En el estado de Tamaulipas se esconde unfenómeno naturalque mezcla belleza, historia y peligro: el cenote El Zacatón. Se trata del cenote más profundo del planeta, con una medición superior a los 330 metros. Durante siglos, su apariencia oscura e insondable lo hizo parte del imaginario sagrado de las culturas prehispánicas.
Ubicado dentro del Rancho La Azufrosa, en el municipio de Aldama, este cenote forma parte de un sistema hidrológico que incluye cuerpos de agua como La Pilita y la Poza Verde. Su superficie está cubierta por vegetación flotante conocida como zacate, que le da su nombre y lo adorna como si fueran islas verdes suspendidas sobre el abismo.
Un abismo sagrado para los mayas
Los mayas veían a los cenotes como lugares de conexión con los dioses y con el inframundo. De hecho, la palabra "cenote" viene del maya dzonot, que significa "abismo". Estos sitios eran utilizados para rituales, sacrificios y como fuentes vitales de agua, especialmente en regiones donde no había ríos de superficie.
El Zacatón refleja ese carácter sagrado y misterioso. Sus aguas sulfurosas, el vapor cálido que emana, el silencio profundo y la oscuridad total lo convierten en un lugar que parece de otro mundo. Visitarlo es asomarse a un entorno que ha permanecido prácticamente inalterado por siglos y que conserva un aura mística.
Un cenote de récords y ciencia extrema
La NASA utilizó un robot subacuático para medir su profundidad, que supera los 330 metros. Con casi 100 metros de diámetro, El Zacatón representa un desafío técnico incluso para los expertos. Sus condiciones extremas, como la presión y la acidez, lo convierten en un laboratorio natural único para la biología y la exploración espacial.
En 1994, el buzo Jim Bowden alcanzó los 281 metros en una inmersión que terminó en tragedia: su compañero Sheck Exley, una leyenda del buceo, perdió la vida. Además, en el fondo del cenote se han encontrado al menos nueve especies microbianas nuevas, capaces de sobrevivir en condiciones similares a otros planetas.
¿Se puede nadar en El Zacatón?
A pesar de su atractivo visual, no se recomienda nadar en El Zacatón. Sus aguas sulfurosas, la oscuridad total, la profundidad extrema y la falta de visibilidad lo convierten en un lugar muy riesgoso. Lo ideal es contemplarlo desde el mirador, donde puede apreciarse su majestuosidad sin exponerse a ningún peligro.
Para quienes deseen una experiencia acuática segura, la cercana Poza Verde es una excelente opción. Allí se puede bucear, remar en kayak y disfrutar del entorno natural con tranquilidad. Hay agencias locales que ofrecen recorridos guiados y actividades recreativas para conocer el sistema de cenotes sin exponerse a riesgos.
Cómo llegar a El Zacatón y qué tener en cuenta
La ruta más directa comienza en Tampico. Desde ahí, se toma la carretera nacional N°80 hasta Estación Manuel. Luego se continúa por la carretera 180 hacia Aldama-Soto La Marina durante 26 kilómetros. El tramo final es de 14 kilómetros de terracería hasta llegar a El Nacimiento, donde está el acceso al cenote.
El lugar no cuenta con servicios turísticos como baños, tiendas ni renta de equipo. Por eso, se recomienda llevar todo lo necesario: agua, comida, protector solar y buen calzado. A cambio, los visitantes encontrarán un entorno virgen, silencioso y sobrecogedor: un agujero verde esmeralda que parece no tener fin.