El mejor ritual con tres velas negras y tres velas verdes para salir de pobre | Riqueza y dinero
Encender una vela negra para un ritual de magia blanca es estar en un nivel de conocimiento superior al promedio.
El elemento fuego es purificador y transformador; es uno de los más poderosos de la naturaleza. Combinado con la energía protectora que las velas negras ofrecen en un ritual de magia blanca, se convierte en la herramienta ideal para una profunda limpieza espiritual.
Al igual que el fuego puede ser utilizado para forjar y moldear el hierro o, en manos equivocadas, para causar daño, las velas negras poseen una dualidad similar. La energía que desprenden dependerá de la intención con la que se enciendan en un ritual.
Sin importar el color de la cera, las velas pueden ser usadas con propósitos positivos o negativos. Este ritual, en particular, se enfoca en aprovechar las velas negras para propósitos de protección y sanación espiritual.
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La verdad detrás de las velas negras
Las velas negras son un símbolo poderoso de energía neutralizadora. No representan la oscuridad maligna, sino la capacidad de absorber influencias negativas y transmutarlas en luz y equilibrio.
Al encender una vela negra, se crea un escudo vibracional que limpia el ambiente de bajas energías, las transforma y abre el camino para que fluya una nueva energía positiva.
Usar una vela negra intencionada es eficaz para disipar emociones y energías como la envidia, la tristeza, el mal de ojo, los amarres, los estancamientos, los bloqueos de todo tipo, los maleficios, las maldiciones, la baja autoestima, e incluso la melancolía y la depresión.
La fuerza protectora de una vela negra puede visualizarse como un escudo impenetrable que repele todo lo negativo. Cuando se enciende, su luz crea una barrera que no solo impide que las malas energías te afecten, sino que también destruye las que ya están presentes, transformándolas en energía inofensiva.
Ritual protector con velas negras
Para este ritual de limpieza y protección con velas negras, necesitarás:
- Tres velas negras
- Tresvelas verdes
- Esencia de lavanda o hojas de lavanda secas
- Hojas de ruda
- Un recipiente resistente al fuego
- Un poco de sal marina
- Un objeto personal que simbolice protección (como un amuleto o una joya)
Pasos del ritual poderoso:
Elige un espacio tranquilo y reservado donde puedas realizar el ritual sin interrupciones. Limpia el área previamente con agua y sal para eliminar cualquier energía residual.
Coloca las velas negras en el centro de tu altar o del espacio preparado. A su alrededor, forma un círculo con la sal marina para crear un campo protector.
Pon las hojas de ruda y lavanda en el recipiente resistente al fuego. Quemalas con el fuego de las velas verdes ligeramente para liberar sus esencias purificadoras o esparcir la esencia de lavanda por el área.
Enciende las velas negras y concéntrate en tu intención de protección y limpieza. El fuego de la vela disipará todas las energías negativas, transformándolas en luz.
Toma tu objeto personal y pásalo alrededor de la llama, pidiendo que absorba la energía protectora de la vela. Guarda este objeto en un lugar seguro o llévalo contigo como amuleto para atraer el dinero que te es ahora esquivo.
Deja que la vela se consuma por completo en un lugar seguro. Una vez que la vela se haya apagado, agradece al fuego por su protección y a la naturaleza por su poder transformador.
Con este ritual, las energías negativas serán neutralizadas y sentirás un ambiente renovado, lleno de luz y armonía y llevarás tu amuleto protector para salir de pobre, cargado del fuego transformador de las velas negras y la atracción de la fortuna y buena suerte de las velas verdes.
Unión de poderes enegéticos de las velas
Las velas verdes y negras se complementan en rituales de protección. La vela negra absorbe y neutraliza energías negativas, creando un escudo contra las influencias dañinas.
La vela verde, por su parte, potencia la restauración y el equilibrio, atrayendo energías positivas, sanadoras y de abundancia.
Al combinarse, estas velas ayudan a limpiar el entorno, sellar la protección y fortalecer el bienestar general, asegurando que la energía renovada fluya sin obstrucciones. La intención y la visualización son claves en este proceso.