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En México, la industria de telecomunicaciones está marcada por una competencia feroz, pero pocos actores tuvieron un impacto tan profundo como Carlos Slim.

El magnate, considerado uno de los empresarios más poderosos del mundo, consolidó un imperio que abarca desde Telcel y Telmex hasta inversiones en construcción, bienes raíces y servicios financieros.

Su influencia es tal que algunas compañías extranjeras, como AT&T México, enfrentan enormes obstáculos para mantenerse competitivas, llegando incluso a evaluar un posible retiro definitivo del país.

TANIA VICTORIA

AT&T México: la empresa que no pudo superar a Telcel

Durante más de una década, AT&T México intentó consolidarse como un competidor fuerte en el mercado mexicano de telefonía móvil, pero se encontró con un rival casi imbatible: Telcel.

La empresa estadounidense logró cierto crecimiento y captó clientes en segmentos específicos, sin embargo, nunca pudo igualar la cobertura nacional, la fidelidad de los usuarios ni la infraestructura tecnológica que posee Telcel.

Según Bloomberg, estaría trabajando con asesores para vender su operación en México por aproximadamente 2,000 millones de dólares, un indicio de que la competencia con el gigante de Carlos Slim resultó insostenible a largo plazo.

Carlos Slim y el imperio que redefine la industria de telecomunicaciones

La trayectoria de Carlos Slim es un ejemplo de cómo la visión estratégica y la acumulación de recursos económicos pueden consolidar el liderazgo en un sector tan competitivo como el de telecomunicaciones en México.

Con un patrimonio que supera los 82 mil millones de dólares, controla empresas clave como Telmex, Telcel, Claro y Grupo Carso, así como el Grupo Financiero Inbursa.

Este dominio le permitió no solo mantener una posición dominante, sino también influir en la dinámica del mercado, limitando la expansión de empresas extranjeras y definiendo tendencias en precios, cobertura y servicios.

Cuándo llego AT&T a México

AT&T llegó a México en 2015, tras adquirir dos importantes operadores nacionales: Iusacell y Nextel México. La compra de Iusacell se concretó el 16 de enero de 2015 por 2.500 millones de dólares, mientras que la adquisición de Nextel México se finalizó el 30 de abril del mismo año por 1.875 millones de dólares.

Su entrada coincidió con la implementación de la reforma en telecomunicaciones impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, que buscaba abrir el mercado a nuevos competidores y reducir el dominio de empresas como Telcel, propiedad de Carlos Slim.

A pesar de la inversión significativa, AT&T no logró superar el liderazgo de Telcel, que controla más del 60% del mercado de telefonía móvil en México.