“Me gusta el servicio, el que no disfruta resolviendo los problemas de alguien está en el lugar equivocado para trabajar. Lo que más me gusta es trabajar con personas y ayudarlos a crecer”

El empresario dio sus primeros pasos en el mundo laboral cuando comenzó siendo adolescente. Desde ese momento, tuvo un largo recorrido en la industria hasta forjar su carácter de líder.

“Mi papá era de 25 de Mayo y mi mamá de Chivilcoy. Se pusieron de novios muy jóvenes y se vinieron a vivir a la Capital recién casados. Él era contador público y mi mamá era docente. Ella se quedó viuda muy joven: de la noche a la mañana se vio sin su compañero de toda la vida, con dos hijos bastante chicos, y la peleó bastante. Hoy sigue siendo un referente para nosotros”, relata Farinati al preguntarle quién es un líder para su vida.

Comenzó a trabajar apenas terminó el colegio, a la par de sus estudios universitarios. No había mucho tiempo para el disfrute: se adentró de lleno en el mundo laboral cuidando de un campo familiar en 25 de Mayo tras el fallecimiento de su papá. Él tenía 16 años en ese momento. En el año 2000, comenzó a trabajar en una pyme de 15 locales que luego sería Burger King.

Farinati estuvo tres años en Burger King y luego pasó por otras industrias. También emigró por trabajo junto a su familia, lo que hizo que adquiera una apreciación diferente del país a la distancia. “Vivimos en Chile, y cuando estás fuera de tu país, lejos de tus amistades, es una experiencia única. Creo que la Argentina es espectacular, desde los accesos que tenemos, la cultura y el desarrollo de empresas, industrias de todo tipo”, dice.

“Tenés que hacer el ejercicio de delegar y confiar y armar tu equipo”

Los caminos lo llevaron nuevamente a sus orígenes: el servicio. En 2014, cuando estaba por irse a Alemania, se encontró con quien había sido su jefe en Burger King. ¿El resultado de esa charla? Volvió a sus inicios y comenzó un nuevo camino en Alsea, que ya había abierto Starbucks en Argentina y ya era una empresa pujante y en crecimiento. Pasó por distintos roles hasta llegar a su cargo actual.

El empresario destaca la importancia que da Alsea a la innovación y el amor por el servicio. El esfuerzo por estar en los detalles en la experiencia del cliente es algo cotidiano por el que piensan estrategias, nuevos productos e incorporación de tecnologías.

“La batería de innovación que tenemos en Burger King de productos y tecnologías hace que sea mucho más fácil la operación, la agiliza”, explica en uno de los locales de la marca.

La compañía tiene más de 750 tiendas en Sudamérica, y es el grupo gastronómico más grande de la región. “Argentina es un mercado súper atractivo para nosotros y sus particularidades nos obligan a estar permanentemente innovando”, analiza. También, cuenta que en sus tiendas reciben entre 450 y 500 mil clientes por día y, por lo tanto, delegar es la clave.

Al respecto, Farinati reconoce que no hay otra manera de operar que no sea a través de equipos. “Mi prioridad es armar mi equipo, y que ellos armen el suyo. No hay manera de querer estar involucrado en todo, tenés que armar el equipo en el que confíes”.

Además de dirigir una empresa de la magnitud de Alsea, el director de la compañía tiene otros roles. Jugó al rugby en el club Belgrano y actualmente es árbitro de polo, deporte al que juega desde muy chico con su hermano. Dirigió partidos en Chile, en encuentros importantes como en la Triple Corona.

Aunque tiene poco tiempo, reconoce, aprovecha sus momentos por fuera de lo laboral para entrenar y despejarse con los deportes. Incluso ha participado en competencias de triatlón.

En Líderes nos adentramos también en su rol de padre, cómo vive su sentimiento por el deporte y disfruta de crear recuerdos con su familia cada vez que pisa la Bombonera, lo que refuerza su amor por el club xeneize.

“A mis hijos los quiero infinito, cada uno con su forma de ser. Son los tres divinos y muy distintos, les diría que sean felices, que me perdonen si hago algo mal”, concluye el empresario entre risas y emoción.

“Soy un afortunado con lo que tengo, con mi familia, con lo que logré y las cosas en la vida se logran con mucho esfuerzo”, dice. “El camino corto no existe, o es para muy poquitos”, finaliza.