Compromiso con las comunidades en los destinos donde opera

La compañía subraya que su actividad aerocomercial tiene un impacto significativo en las comunidades locales por el flujo de turistas y también por la generación de empleo, la dinamización económica y la necesidad de promover prácticas responsables.

Air Europa participa en proyectos que buscan mejorar la calidad de vida en los territorios donde está presente, prioriza iniciativas que combinan desarrollo local, inclusión social y protección del entorno natural. La aerolínea sostiene que este enfoque contribuye a la construcción de un modelo de turismo sostenible, alineado con las demandas globales de preservación ambiental y responsabilidad social.

Un compromiso ambiental respaldado por certificaciones internacionales

En materia ambiental, Air Europa mantiene desde hace años certificaciones que respaldan su gestión responsable. Desde 2012 es la única aerolínea en España acreditada con EMAS, uno de los modelos de excelencia más exigentes en gestión ambiental. A su vez, desde 2006 cuenta con la certificación ISO 14001, que avala sus sistemas de protección y control del impacto ambiental.
Estas credenciales acompañan una serie de acciones concretas orientadas a reducir las emisiones, minimizar residuos y mejorar la eficiencia energética. En 2015, la compañía estableció el objetivo de reducir sus emisiones un 30% en un plazo de 15 años. A día de hoy, la reducción ya supera el 22%.
Entre las medidas se destacan:

• Renovación de la flota de automóviles, sustituyendo vehículos diésel y gasolina por eléctricos o más eficientes.
• Eliminación de plásticos de un solo uso, mediante la incorporación de materiales biodegradables en amenities y la retirada del plástico en almohadas y mantas a bordo.
• Segregación de residuos tanto en oficinas como en vuelos, lo que permite mejorar la trazabilidad y el reciclaje.
• Optimización en el servicio de catering, ajustando la carga para evitar desperdicios y reduciendo el peso transportado en cada vuelo.
• Uso de aeronaves de nueva generación como el Boeing 787 Dreamliner y el Boeing 737 MAX, que permiten una reducción de hasta un 20% en el consumo de combustible y las emisiones en comparación con modelos anteriores, además de una significativa disminución del impacto acústico.
• El Boeing 787 Dreamliner, en particular, es capaz de consumir hasta un 25% menos de carburante y reducir las emisiones en el mismo porcentaje frente a otros aviones de su categoría.
• Implementación del Electronic Technical Log, que digitaliza procesos operativos en tiempo real y reduce el consumo de papel.
• Aplicación de la herramienta OptiClimb, que proporciona indicaciones individualizadas para cada vuelo sobre la velocidad óptima de ascenso, permitiendo minimizar el consumo de combustible sin afectar la duración del trayecto.
• Uso de los protocolos SETO y SETI, que consisten en realizar el rodaje de salida y llegada de las aeronaves utilizando un solo motor, reduciendo así el consumo de combustible y las emisiones en tierra.

A estas acciones se suma la participación de la aerolínea, un año más, en The Aviation Challenge, una iniciativa internacional que promueve la operación del vuelo más sostenible mediante la aplicación de buenas prácticas en todas las fases del trayecto.

Asimismo, Air Europa y Chooose han puesto en marcha un programa de emisiones orientado a los clientes de la aerolínea, pensado para involucrarlos activamente en iniciativas climáticas. El proyecto permite a los pasajeros recibir información sobre el impacto medioambiental de volar y contribuir a proyectos certificados mediante la compra de créditos destinados a la compensación de emisiones.

Todas estas iniciativas buscan acompañar la transición hacia una aviación más sostenible, un desafío global que exige innovación, inversión tecnológica y colaboración entre empresas, gobiernos y organismos internacionales.