Fue la noticia que le dio tema para el fin de semana a los analistas de Wall Street y de los más de 200 países en los que se comercializan los productos de ambas empresas. El viernes, Procter & Gamble anunció la firma de un acuerdo para comprar Gillette, por 57.000 millones de dólares, a pagar en acciones. La operación crea un auténtico gigante en el mercado de productos de consumo masivo, cuyo surgimiento implica un desafío para las compañías involucradas y, sobre todo, para el principal jugador de este negocio: Unilever.
Combinadas, ambas firmas estadounidenses facturarán unos u$s 60.700 millones anuales, monto que le permitirá destronar a la angloholandesa –que sumó ventas por u$s 48.000 millones en 2003– como mayor fabricante mundial de productos de consumo masivo. En el mercado, se descarta que esta operación le dará a P&G un mayor poder de negociación con las cadenas minoristas para minimizar costos y fijar precios. Analistas citados por la agencia Bloomberg puntualizan que, incluso, Wal-Mart deberá rendirse a sus pies. Agregan que P&G ya era un fuerte competidor cuya presión, después de esta fusión, no menguará.
“Para competir con P&G, Unilever debería desinvertir en negocios no rentables, como su unidad de fragancias y perfumes , opinó Robert Jan Vos, analista de ING en Amsterdam.
En el mercado, se especula que Unilever podría lograr acuerdos con Colgate, la británica Reckitt (fabricante de productos de limpieza) o L’Oréal.
El escenario argentino es similar al global. Unilever marcha primero, con casi $ 1.500 millones de facturación y, si bien la fusión supone un aumento del 37% en sus ventas, la filial local de P&G recortará distancias, ya que partirá de una plataforma consolidada de $ 780 millones.
Sin embargo, de los negocios que pasará a controlar en el país, en ningún caso –salvo en desodorantes, segmento en el que tiene la marca Old Spice– compite con Gillette. Esta complementariedad de productos es, según fuentes del sector, el dato que deberá encender luces de alerta para las huestes que conduce Luis Mario Castro.
En el país, P&G focaliza sus actividades en los negocios de higiene y cuidado personal, considerados los más rentables puertas adentro del grupo.
Conocedores del sector aseguran que Gillette le dará dos fortalezas: distribución y fuerte presencia en segmentos en los que P&G ni siquiera pisa.
A nivel local, Gillette domina el 85% del segmento de máquinas de afeitar desechables y recargables, 65% de los preparados para afeitar y 55% del de higiene dental. También compite en el negocio de pequeños electrodomésticos (con la marca Braun) y el de pilas (Duracell). En este último, tiene una participación del 38%, en dura competencia con Energizer.